Francisca López, directora de este servicio gratuito para universitarios que ofrece el Vicerrectorado de Sostenibilidad, Salud y Deportes, define las instalaciones como “amables y modernas”, una prueba más de la gran relevancia que la Universidad de Almería da al cuidado de la salud mental de su alumnado y de su personal
El antiguo CAE, ahora ‘Casa del Estudiante’, ha abierto de nuevo sus puertas una vez remodelado no solo en lo que a infraestructuras se refiere, sino en los servicios que alberga. Uno de ellos es la Unidad de Atención Psicológica, que con el paso de los años ha crecido mucho en el número de las personas atendidas y necesitaba una ampliación de espacios. Ya a pleno rendimiento en la nueva ubicación, “contamos con unas instalaciones amables y modernas, en las que los usuarios, los terapeutas y los estudiantes podemos desarrollar nuestra labor en este lugar de encuentro”. Francisca López, su directora, ha querido recordar a la comunidad universitaria el traslado de la unidad, dependiente del Vicerrectorado de Sostenibilidad, Salud y Deportes, y también su completo catálogo de servicios.
De este modo, se ofrece “atención psicológica, actividades preventivas, talleres… de cara a atender la salud mental, las dificultades psicológicas de los diferentes colectivos en la comunidad universitaria, particularmente el estudiantado”. Eso sí, “esta es una nueva etapa que se abre, con más recursos materiales de instalaciones y de infraestructura, y también con más recursos humanos, que van a ir llegando paulatinamente tal y como dice el compromiso del nuevo equipo de gobierno”. Como no podía ser de otro modo, todo el equipo está cargado de ilusión “con poder aportar más servicio y mejor atención a todas las personas que atraviesan situaciones de dificultad”, poniendo en valor López que “muy poquito a poco, porque realmente lo hemos hecho con muchas dificultades, en parte por la carencia de recursos, nos hemos ido labrando cierta reputación, sobre todo en la actitud y en la calidad del servicio”.
Añade a ese respecto que “ha llegado un momento en que la comunidad universitaria incluso ha reivindicado nuestro trabajo y ha solicitado, sobre todo los estudiantes, que institucionalmente se apoye más a esta unidad, entre otras cosas porque ahora hay más conciencia sobre las dificultades de salud mental”. Se trata de “un camino que se ha hecho y que está en este momento culminando en esta nueva etapa, que no es un final, sino otro punto de desarrollo de esta actividad”. Se atiende a todos los universitarios que lo demanden, de manera gratuita, pero Francisca López ha puesto el foco en que “mayoritariamente es población joven universitaria, pero que con todo tipo de procedencias, circunstancias, historias personales, familiares…, entonces realmente tenemos una muestra bastante amplia acerca de las dificultades que atraviesa la juventud en nuestra sociedad”.
Lo que el equipo de la unidad se encuentra es “problemas que podríamos denominar menores, o que todavía no se han complicado, y esto es una aportación importante que hacemos en la intervención con las personas que muestran dificultades que no son muy severas, porque si no se trataran en tiempo y forma, posiblemente se convertirían en problemas más graves, y luego hay situaciones que ya son de mucha gravedad, y de hecho trabajamos también en colaboración con los servicios públicos de salud mental”. López ha especificado que “hay situaciones de todo tipo de problemas psicológicos, trastornos de personalidad, dificultades con riesgo de suicidio, que ocurren últimamente con más frecuencia, hasta problemas de ansiedad, patrones o procesos depresivos importantes, o problemas que tiene la gente en hablar y gestionarse con las dificultades de la vida”.
Importante sobre el suicidio es que “la Universidad de Almería es la primera de España que tiene un Protocolo de prevención de la conducta suicida, aprobado por Consejo de Gobierno, un documento público que es norma de cumplimiento en esta universidad y que implica tanto las actividades preventivas, como la atención psicológica, como la atención a situaciones de riesgo a través de los servicios de salud, porque nosotros no tenemos permanencia constante a las 24 horas aquí en esta unidad, no tenemos servicios de urgencias, pero sí estamos en contacto con los servicios de urgencias en los casos que se han producido”. No solo por eso, sino en términos generales, la UAL está muy bien situada en el panorama nacional respecto a la atención psicológica: “Hay muchos modelos y tipos de servicios en otras universidades, puede ser de orientación, puede ser de atención psicológica, pero nosotros funcionamos gratuitamente como si fuéramos un gabinete privado; nuestra decisión fue dar la atención que recibirían en el mejor de los sitios”.
La columna vertebral de la Unidad de Atención Psicológica está formada, además de por Francisca López, por los profesores de la Facultad de Psicología, en concreto del del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos, que son Antonio Molina, Serafín Gómez, José Manuel García y Flor Zaldívar. El coordinador es Molina, quien ha detallado que “el abanico de servicios es bastante amplio, con importancia docente, empezando en la propia terapia, en la que los alumnos de máster se pueden incorporar a observar la evaluación y la intervención del paciente, con lo cual ellos no tienen una participación directa, pero es un aprendizaje por modelaje, porque somos profesionales que llevamos una trayectoria y es un bagaje muy importante para ellos”. Después se hace “un curso de supervisión, que diríamos que ellos dan el salto y empiezan a llevar sus propios pacientes bajo nuestra mirada, y cada 15 días tenemos reuniones para ver dudas y solucionar cuestiones que vayan surgiendo”.
Además de esto, “se oferta una gran variedad de talleres que se hacen cada año”. Algunos acumulan una larga trayectoria, como es, con más de 15 años realizando, “la meditación semanal, que la lleva el profesor Serafín Gómez y que se realiza todos los viernes entre las 12.30 y las 13.30 horas, en grupo, abierta a toda la comunidad universitaria y al resto de la sociedad”. Otro ejemplo más es el Taller de la vergüenza, que realiza el propio Antonio Molina: “Llevamos 16 ediciones, dura varias semanas, y saldrá en marzo”. Tanto en ese como en el Taller del enfado, “el grupo de trabajo entra para indagar en las emociones en general, porque es importante su gestión, de la rabia, del enfado… cuántas veces vemos personas que tienen ira y no saben muy bien cómo poder manejarla”.
Por lo tanto, desde hace años esta unidad desarrolla una labor asistencial y docente que ha ido a más. La capacidad de este servicio se ha ido ampliando, tanto a nivel formativo como asistencial, incorporando a estudiantes egresados que realizan actividades terapéuticas bajo supervisión. A partir de la pandemia la demanda ha crecido de forma importante. Esta universidad fue la primera en hacer recomendaciones preventivas en el periodo de confinamiento. En este momento hay en terapia 42 personas y en breve se ampliará, ya que se incorporarán diez psicólogos que atenderán bajo supervisión de terapeutas expertos. Para contactar puede hacerse a través de CAU y en los teléfonos 950 214413 y 950 214134.