La Universidad de Almería aprovecha la ausencia obligada por el coronavirus de su comunidad universitaria para dar ritmo a las obras abiertas, ya que no acarrean molestias para la actividad académica cotidiana, siempre aplicando su estricto protocolo de seguridad en todas ellas: dos nuevos edificios, dos grandes reformas, una ampliación y la red de pluviales.
La tristeza que ocasiona la reducción de la vida en el campus de La Cañada se ve paliada por la actividad de los obreros en varios puntos estratégicos del mismo. Y es que la UAL crece en dotaciones, aprovechando racionalmente el espacio del que dispone para no tener la imperiosa necesidad de expandir sus límites geográficos a la hora de elevar sus prestaciones. En efecto, se han iniciado varias obras importantes, como también se ha continuado con varias reformas de dos instalaciones señeras en el día a día de la comunidad universitaria, con la ampliación de una de sus facultades más demandadas, en número de alumnos matriculados, y con la necesaria mejora de una infraestructura básica de la urbanización del campus. Todo ello se está afrontando entre la conocida limitación de la presencialidad en todos los órdenes y segmentos, estudiantes, PAS y PDI, obligada por la incidencia de la COVID-19, lo que también supone que se está desarrollando sin tener que ‘sufrir’ las típicas molestias que acarrean las obras y, por tanto, a un ritmo más elevado.
Está claro, por lo tanto, que, a la vuelta de la pandemia, con la llegada de la normalidad, el campus de la Universidad de Almería se va a mostrar más completo, mejorado y funcional, con espacios listos para ser estrenados y construidos con la máxima garantía de salud laboral y sanitaria, tal y como rigen los estrictos protocolos de la UAL. Así es como se está desarrollando la construcción del nuevo Edificio de Ciencias Económicas y Empresariales, al Este de la Biblioteca, habiéndose finalizado en febrero de 2021 la estructura del mismo y avanzando en este 2021 en sus siguientes fases. Permitirá, una vez finalizado, liberar despachos en el campus y alojar el decanato de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, de forma que tras su construcción se podrá proceder a la reunificación de departamentos que actualmente están dispersos por otros edificios del campus, facilitando así a los alumnos localizar a sus profesores. También así, en garantía de seguridad, se ha comenzado la construcción del edificio destinado al Pabellón de Ciencias Naturales, habiéndose adquirido ya el mobiliario que será necesario para su puesta en funcionamiento. Será de uso didáctico y científico, y se espera que esté en funcionamiento para junio de este año, albergando colecciones científicas y permitiéndose su exposición.
Sin duda, este edificio se convertirá en un nuevo foco de conocimiento y de interés cultural dentro de un campus cuyo epicentro es el Edificio Central. Sobre él se ha actuado con una mejora notable. Por un lado, se ha ejecutado ya la reforma de parte del antiguo rectorado ubicando ahora parte de Extensión Universitaria, y se ha terminado la reforma de las aulas de docencia del Centro de Lenguas para adaptarlas a los nuevos requerimientos de la COVID-19. Asimismo, se ha adquirido el mobiliario necesario. En este edificio se está actuando sobre la antigua sala de Juntas y zonas anexas, como la antigua Unidad Técnica, para dotar a esos espacios obsoletos de una mayor luminosidad y ventilación natural.
Otra reforma clave que se está abordando es la de la ‘Casa del Estudiante, sito en la planta baja del CAE; un espacio que prestará fundamentalmente atención no solo a las necesidades no académicas del alumnado, permitiéndole disponer, además, de un lugar de encuentro y ocio, instalaciones que permitan el asociacionismo, una mayor participación social y la representación estudiantil.
Por otro lado, se acerca la finalización de la ampliación del Edificio de Ciencias de la Salud, que ha consistido en ampliar una planta a tres de las alas de este edificio, para dotarlo de nuevas aulas para la docencia, con una capacidad de mil estudiantes.
Respecto a la urbanización del campus, tienen lugar las obras del drenaje de pluviales para evitar las inundaciones en el campus, ya que hasta ahora todas las pluviales vertían al mar por un solo punto frente al aulario I y que con el crecimiento del campus hacían complicado la evacuación por este único punto. De esta forma, a partir de ahora habrá dos puntos por los que evacuar, por lo que el problema quedará resuelto de forma definitiva.
Otra obra, actualmente en fase de licitación, es la del alumbrado público de la urbanización del campus, donde se va a actuar en tres direcciones. La primera es de ahorro energético, con la sustitución de las luminarias por unas más eficientes y de menos consumo energético; la segunda es la mejora de la iluminación, puesto que determinadas zonas han quedado cubiertas parcialmente por el crecimiento de los árboles; y la tercera es limitar la contaminación lumínica del alumbrado de la UAL, para ello se evitarán las emisiones lumínicas cenitales, lo que además mejorará la eficiencia energética y por tanto la sostenibilidad.
También cabe destacar como grandes obras, que ya se ha adjudicado la ejecución de un edificio de usos múltiples que se ubicará al Este del CITE V, con el que, además, se ampliarán las instalaciones de extensión cultural y artes en general. De igual modo, se ha adjudicado la redacción del proyecto del nuevo edificio de aulas de Informática, que se ubicará junto al de Ciencias de la Salud. Este edificio permitirá también liberar espacios del edificio CITE III (Matemáticas e Informática) donde actualmente están las aulas de informática.
Finalmente, otro edificio está terminando ya su fase de licitación pública. Se trata de un nuevo edificio mixto de docencia e investigación destinado a la titulación de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que se situará junto al Centro Deportivo que tiene la piscina universitaria, concretamente donde actualmente están las pistas de tenis.