Así lo indica el comunicado de la CRUE Universidades Españolas, realizado este 11 de febrero con motivo del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
La plena participación de la mujer en todos los campos científicos es indispensable para el desarrollo completo de un país y, para ello, todo sistema educativo de calidad debe impulsar la eliminación de los obstáculos que dificultan el equilibrio entre mujeres y hombres. Así lo reflejaban en 1979 la «Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer» de Naciones Unidas y la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres de 22 de marzo de 2007. El camino recorrido desde entonces ha sido largo y positivo, pero nos quedan aún grandes retos que abordar.
En España, el 51% de la población de 20 a 24 años son mujeres y las estudiantes universitarias de Grado representan un 54% sobre la totalidad; también son mayoría en los estudios de Máster. En el desempeño de funciones específicamente investigadoras, la paridad está casi conseguida, con un 49,5% de investigadoras y un 50,6% de técnicas de investigación. No ocurre lo mismo en el caso de los estudios de Doctorado ni en ramas de enseñanza como son las denominadas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Mientras que las estudiantes concentran sus preferencias en Salud y Bienestar y Educación, son mucho más reticentes a cursar estudios en Ingeniería y Arquitectura y, especialmente, en Tecnologías de la Información y Comunicaciones.
Romper los estereotipos y roles de género en las etapas educativas más tempranas es esencial para no condicionar las decisiones que las futuras universitarias tendrán que tomar. Y es aquí donde la comunidad universitaria debe ser proactiva. Tenemos destacadas físicas, químicas, matemáticas e ingenieras en computación. Tenemos investigadoras que son líderes indiscutibles en sus áreas de conocimiento. Pero debemos visibilizarlas y acercarlas más a las niñas si queremos convertirlas en referentes para ellas.
La inclusión de las mujeres impulsa la excelencia científica y aumenta la calidad de los resultados. Más niñas y mujeres en la Ciencia nos brindarán a toda la sociedad soluciones más sólidas, más creativas y más eficientes. Es obligación de la Universidad.