Con motivo del Día Internacional de la Discapacidad, la Facultad de Ciencias de la Salud ha organizado una jornada que lleva por título ‘Historias que curan’ en la que los estudiantes han tenido la oportunidad de aprender tanto de la experiencia vital de Majo de la Concepción, autora del libro ‘La chica más valiente’ como de las terapias asistidas y programas pioneros llevados a cabo con animales, a través de Perruneando, del Hospital Universitario de Poniente y del Colegio Oficial de Veterinarios de Almería.
La inauguración ha contado con la presencia del decano de Ciencias de la Salud, Pablo Román, Agustín Javier Simonelli, coordinador de la asignatura de Enfermería de Salud Mental y Matías Correa, coordinador de la asignatura de Enfermería en Cuidados Paliativos.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, ha explicado que esta actividad se realiza por el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. “Es una de esas actividades intrépidas y bonitas que se organizan desde la facultad. Porque realmente aglutinamos dentro de las asignaturas Enfermería de Salud Mental y Enfermería en Cuidados Paliativos, dos historias y dos historias de vida y de emociones que al final te las encuentras en los pacientes y también en los profesionales”.
Las actividades han comenzado con la charla de Majo de la Concepción y la presentación de su libro ‘La chica más valiente’ que nació de las anotaciones que iba haciendo cuando padecía un cáncer de mama. “Me costó mucho empezar a mover estas historias por los recuerdos que me traían, empecé a darles forma hasta convertirlos en relatos. Son relatos de mi día a día como enferma de cáncer, cómo he podido, o cómo he llevado yo la enfermedad, las estrategias que yo he utilizado para no hundirme, lo que me funcionaba, los apoyos que he tenido, dónde me he refugiado, etc.”
Con su charla, ha querido trasladar a los estudiantes que como profesional de la salud que es ella, y conocedora de lo que pasa un paciente con cáncer, que “es importante, conocer todos los miedos que del paciente (desde el primer día que te enfrentas a la quimioterapia, al diagnóstico) para empatizar. Es esa sonrisa, no hace falta más, no hacen falta palabras, es ese apoyo, el escucharte, el entenderte, el que, si te da ganas de llorar, no te sientas juzgada porque lloras”.
Por su parte, David Ordoñez, de Perruneando, organización que se encarga de la educación canina y la terapia asistida, ha explicado que su trabajo consiste en “incluir a estos animales en contextos terapéuticos, socioeducativos, con personas, en este caso, con discapacidad. Los perros, que están especialmente preparados y seleccionados, ayudan a esas personas a conseguir los objetivos con los que se están trabajando”.
En cuanto a los beneficios de la terapia con animales, Ordoñez ha explicado que “lo que suele ocurrir es que a la gente le motiva muchísimo en este tipo de intervenciones, porque al final se sale de una bata blanca, aparece un perro, y realmente eso tiene un potencial motivador muy grande. Y tenemos muchísimos ejemplos. En una rehabilitación física donde una persona que esté haciendo los típicos ejercicios de fisioterapia para la rehabilitación de un miembro superior, nosotros podemos motivarlo a través de un cepillado al perro, tirándole la pelota al perro. Al final, está haciendo esos mismos ejercicios de rehabilitación, estamos trabajando esos mismos objetivos, pero con otra motivación y de una manera diferente. Añadimos a la rehabilitación un componente lúdico.
Con su participación en esta jornada, Perruneando ha querido dar a conocer a los estudiantes “cómo se puede implementar este tipo de intervenciones en contextos terapéuticos, en este caso en contexto de salud”.
Yasmina Domíneguez, presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios en Almería, ha dado la enhorabuena a la UAL por organizar estas jornadas “tan tan bonita y tan integrativa, si se le puede llamar así, porque desde una visión de ‘una sola salud’, compartimos todos nuestros conocimientos y el bienestar que pueden dar los animales de compañía a todas las personas.
Hemos hecho un protocolo junto con el Hospital Universitario de Poniente para que los animales, en este caso perros, puedan visitar a sus dueños, enfermos terminales, pero tenemos la idea de que puedan se pueda ampliar y que puedan recibir las visitas, sobre todo los niños y las personas hospitalizadas que estén más necesitadas de apoyo psicológico. Ya hay estudios que nos dicen lo bien que se encuentra alguien cuando acaricia un gato o un perro”.
María Teresa Estévez, de la Comisión de Humanización del Hospital Universitario Poniente, ha explicado el mencionado protocolo llamado ‘Tu mascota contigo’. “Se trata de que las personas que se encuentran al final de la vida y están ingresadas puedan despedirse de sus mascotas. Hasta ahora han sido perros, aunque estamos valorando otras opciones. Suelen tener una relación muy cercana con sus perros, y quieren hacer ese momento de despedida y cerrar un ciclo. Al perro también le supone también un beneficio, porque al menos sabe dónde queda la persona con la que ha estado viviendo tantos años. La verdad es que tanto para la familia como para el paciente es súper gratificante poder realizar ese momento, y para los profesionales también. Porque ven que están trabajando para mejorar la experiencia del paciente y de su familia, y es en pro de un cierre de ciclo en buenas condiciones y más cercano a lo que el paciente quiere”.
