Cinco investigadores de los departamentos de Psicología y Educación de la Universidad de Almería publican un trabajo inspirado en la resolución de “los problemas inherentes en la enseñanza de las Matemáticas en el sistema educativo español”, analizando la ‘resiliencia académica’ y proponiendo que se motive “la reflexión de los alumnos”.
La revista internacional Mathematics se ha hecho eco recientemente de un artículo surgido en el seno de la UAL, firmado por cinco de sus investigadores y que aborda directamente el bajo nivel de los estudiantes de Secundaria en el uso de las Matemáticas para ofrecer soluciones. El punto de partida, de hecho, es el informe PISA del año 2018, en el que se recoge cómo estos estudiantes no alcanzan el nivel 2 en algoritmos, fórmulas, procedimientos o convenciones elementales. Así, se ponen de manifiesto los problemas inherentes en la enseñanza de las matemáticas del sistema educativo español, “incapaz de motivar al alumnado y prestando más atención a la consecución de los objetivos curriculares que al propio desarrollo integral del mismo”.
Ante esta situación, Rubén Trigueros, José Manuel Aguilar, Isabel Mercader y Juan Miguel Fernández, los cuatro pertenecientes al Departamento de Psicología de la Universidad de Almería, junto a José Carrión, del Departamento de Educación, han llevado a cabo una investigación que ha pretendido analizar los procesos de superación de la llamada ‘ansiedad matemática’, respecto a la motivación, estrategias metacognitivas y rendimiento académico. Y es que existe presión en el sistema educativo español sobre los resultados, lo que unido a “los deficientes planteamientos en la enseñanza y aprendizaje del área de Matemáticas”, hace que los alumnos perciban esta asignatura con cierta hostilidad, causándoles ansiedad y frenando su interés por aprenderla y por alcanzar los objetivos académicos. El título del trabajo es ‘Set the controls for the heart of the maths. The protective factor of resilience in the face of mathematical anxiety’.
Su indicador digital para poder realizar una consulta íntegra es https://doi.org/10.3390/math8101660, siendo de gran interés para el profesorado la deducción de valiosas implicaciones pedagógicas que se desprenden del estudio para que las integren en su aula. Se trata, en mayor detalle, de situaciones que favorezcan la reflexión de los alumnos, existiendo ya diferentes metodologías que pueden ser implementadas, como por ejemplo el juego ‘El aula volteada’, que suponen un reto divertido para los estudiantes y que les ayudan a mantener su interés, promoviendo la consolidación del conocimiento y la asimilación de los contenidos. A esto se ha llegado una vez analizado no solo el término de ‘ansiedad matemática’, sino también el de ‘resiliencia académica’, que debe ser entendido como el proceso de hacer frente a la adversidad y el logro de resultados positivos en situaciones de estrés.
En esa línea, la investigación recoge que la mencionada ‘resiliencia académica’ reduce la ‘ansiedad matemática’ y conduce a la motivación y a las estrategias metacognitivas, entendiéndose como un ‘aliado’, por tanto. Sin embargo, la ‘ansiedad matemática’ se mostró directamente en contra de la motivación y de las estrategias, quedando demostrado que es un ‘lastre’ al que hay que poner solución. Entendido esto, por último, el proceso natural supone que la motivación es fundamental, puesto que conduce al uso de las estrategias metacognitivas y, a su vez, y gracias a ellas, al buen rendimiento académico. Además, los profesores deben ser conscientes de “la importancia y el impacto de la atmósfera del aula, ya que afecta al interés, el entusiasmo, el compromiso y la motivación de los estudiantes durante la instrucción o el tiempo de clase”.
El estudio indica que el maestro debe crear una atmósfera que fomente la comodidad, la confianza y las buenas relaciones entre alumnos y de ellos con el propio maestro, que debe ser accesible y no distante o intimidante, que comprenda errores y dudas de los alumnos y que trate de conectar e interactuar con ellos. Además, deben proporcionar entornos de aprendizaje que promuevan la autonomía sobre el control externo, o sea, lograr el aprendizaje mediante los procedimientos que apoyan la participación de los adolescentes, fomentando un sentido de autodeterminación y la superación de las dificultades. Como otro elemento básico que se ha recomendado, “los maestros deberían elaborar pruebas que puedan reflejar mejor el contenido que se ha enseñado durante las clases, en lugar de presentar retos y pruebas adicionales que pongan en tensión a los estudiantes”. Por último, en esa línea de las recomendaciones desprendidas de esta investigación, las políticas educativas, en lo que respecta a las Matemáticas, deberían tener por objeto utilizarlas y hacerlas en una amplia variedad de situaciones y contextos, siendo esto “un elemento muy importante que contribuye a la alfabetización y al desarrollo de la competencia matemática”.