El grupo de Investigación de Amadeo R. Fernández-Alba publica un estudio, enmarcado en el proyecto europeo INSIGNIA, mediante el que se crea un método de muestreo que no altera las colmenas y que está basado en las APIStrips que se han desarrollado en la UAL.
Science of The Total Environment, una revista científica multidisciplinar de las de mayor prestigio internacional, se ha hecho eco de los descubrimientos y el bagaje positivo de la puesta en práctica de un estudio que cambiará el modo de la biomonitorización de contaminantes utilizando abejas melíferas. Titulado ‘APIStrip, a new tool for environmental contaminant sampling through honeybee colonies’, ha sido firmado por tres investigadores del grupo de la UAL ‘Residuos de Plaguicidas’, bajo la dirección de Amadeo Rodríguez Fernández-Alba, director a su vez del Departamento de Química y Física de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería. A ellos se han sumado en el trabajo otros tres investigadores de la Universidad de Córdoba, de la Alveus AB Consultancy, en los Países Bajos, y de la Danish Beekeepers Association, de Dinamarca. “Gracias a la APIStrip” se ve a las abejas como “centinelas de la contaminación ambiental”.
El cambio climático promueve una serie de impactos bióticos y abióticos en cascada que afectan a la calidad ambiental del planeta, y “hacen cada vez más necesario aportar y difundir datos científicamente sólidos” que evalúen esta contaminación, ha alertado María Murcia, coautora del artículo. Estudiante de Doctorado en Química Avanzada en la UAL, ha recordado que “la obtención de estos datos de forma masiva y en tiempo real es una tarea compleja y costosa que hace necesario buscar fórmulas que la hagan accesible de forma generalizada”. Es ese el papel del proyecto INSIGNIA de la UE, que pretende monitorizar la contaminación ambiental, utilizando las abejas y apiarios como centros de recolección de datos en los que, además, puedan participar los apicultores dentro del concepto de ‘citizen science’. El objetivo de este primer trabajo ha consistido en el desarrollo de un nuevo ‘muestreador’ pasivo que pueda ser fácilmente introducido en las colmenas, evitando la necesidad de tomar muestras apícolas.
Se ha basado en la Adsorb-Pesticide-Inhive Strip, y estas APIStrips se han desarrollado en la UAL y se han empleado en un marco europeo de muestreo basado en las abejas, el citado proyecto INSIGNIA, a lo largo de 2019. Se han colocado hasta el momento 480 en varios países europeos como Dinamarca, Austria, Grecia y Reino Unido, y los resultados del estudio preliminar han permitido analizar la presencia de plaguicidas, su tipo, toxicidad, cantidad, zona y época del año en que se emplean, así como su transferencia al medio ambiente. Por lo tanto, la importancia de la investigación que ha liderado Amadeo R. Fernández-Alba está clara, encontrando un muestreo pasivo que minimiza impactos negativos en las colonias, ya que, hasta el momento, este tipo de análisis requiere típicamente un muestreo activo, “en otras palabras, los apicultores tienen que coger muestras de miel, cera, panal o incluso de abejas vivas, lo que limita su aplicación por los graves problemas derivados para la colonia. Con este muestreador de fácil instalación y barato, se pretende realizar una monitorización ambiental a largo plazo y en todos los países europeos. Tambien, de forma inidrecta este proyecto ayudará a entender mejor el efecto de despoblación de abejas de gran preocupación por su papel en la biodiversidad.
Las abejas melíferas y sus colmenas están expuestas a contaminantes ambientales, como plaguicidas, tanto por el transporte climático como durante su búsqueda de alimentos, así que este análisis es una herramienta muy util para la evaluación de la contaminación: “Una única colmena puede proporcionar información de varios kilómetros alrededor de su ubicación”. Actualmente se están preparando 1.620 APIStrips más que serán enviadas a nueve países, con el fin de realizar una monitorización a gran escala de la contaminación ambiental en diferentes zonas de Europa. Materialmente se hace con finas tiras de plástico que se recubren con Tenax, que tiene la capacidad de adsorber las moléculas en su superficie. Una vez que la APIStrip está dentro de la colmena, introduciéndose muy fácilmente y no interfiriendo su presencia con la actividad de las abejas, los contaminantes se quedan adheridos y su análisis posterior permite evaluar la presencia de y concentración de estos contaminantes.
Las pruebas preliminares han mostrado su eficacia, sensibilidad, representatividad y reproducibilidad, capaz de detección de contaminantes incluso en colmenas expuestas a una baja presión contaminante. Los estudios sobre el terreno en Dinamarca, por ejemplo, han demostrado su valor y aplicabilidad, detectando 40 residuos de plaguicidas diferentes. Por lo tanto, este trabajo viene a suponer un cambio de paradigma en los estudios medioambientales, ya que, puede permitir la monitorización ambiental de forma extensiva y barata, a partir de esta investigación “es posible conocer del estado de un ecosistema en cuanto a niveles de contaminación sin necesidad de emplear métodos de análisis destructivos, gracias a la APIStrip”. Además, de proporcionar datos un más abundantes y representativos, ya que no implica el estudio de un fragmento de panal o de un grupo concreto de abejas, sino que “la APIStrip permite estudiar contaminantes en las colmenas en su conjunto de forma segura”.