La directora del curso ha destacado la gran participación por parte de los asistentes en un curso celebrado en Cuevas del Almanzora, cuna de Yuder Pachá, figura sobre la que se ha centrado este seminario estival de la Universidad de Almería.
El Curso de Verano más humanista del catálogo de su edición XXIII ‘Yuder Pachá y la Curva del Níger’, celebrado en Cuevas del Almanzora ha llegado este jueves a su fin con gran éxito, tanto por la participación activa de los matriculados y el interés despertado en personas de este municipio como por la calidad de los ponentes.
“Hemos cumplido con las expectativas de manera bastante satisfactoria. Los ponentes han sido de gran nivel y todos son especialistas en distintas disciplinas. En cuanto a los participantes, son en su mayoría estudiantes de la Universidad. Han sido bastante activos y, además, el hecho de que Yuder Pachá sea de Cuevas del Almanzora hace que la gente de aquí se haya interesado y pasado a escuchar las conferencias”, ha explicado Mónica Fernández, directora del curso.
Para Fernández lo más importante ha sido que “se está reflexionando sobre la importancia de conocer ese pasado común entre la península Ibérica y África. Tenemos que ver la actualidad con esos ojos: buscar lo que nos une y no remarcar las diferencias, lo que nos separa. Y sobre todo teniendo en cuenta que estamos en la provincia de Almería, una zona actualmente de llegada de personas que salen de África en busca de un futuro mejor. Pues es necesario recordarnos que no hace tanto tiempo el camino fue a la inversa, desde aquí hacia África y que también tuvieron que dejar su vida aquí en busca de otra vida allí. Hay que destacar ese nexo común. La convivencia es posible y si se puede hacer de manera pacífica, mejor».
Este último día de curso ha arrancado con dos ponencias de Manuel Pimentel, editor de la Editorial Almuzara, ‘Es-Saheli, un poeta-arquitecto en la Curva del Níger’ y ‘De Granada a Barcelona: influencias del arte sudanés’. En ellas ha hablado de Es Saheli, un poeta granadino del siglo XIV. “Fue un genio de la arquitectura. Después de una vida azarosa, terminó trabajando en la remota Tombuctú para Mansu Musa, el rey más rico del planeta. Y construyó las mezquitas más hermosas y espirituales utilizando los materiales más sencillos. Sus edificios de barro crearon el conocido como estilo sudanés, que inspiraría a posteriores genios como Gaudí y Barceló”.
Pimentel ha explicado que, además de crear el estilo arquitectónico sudanés que determinarían a las construcciones de la zona durante siglos y hasta nuestros días, Es Saheli “es una muestra más de la honda relación hispana y andalusí en Tombuctú y en la Curva del Níger, así como muestra del alto nivel cultural, religioso y artístico alcanzado por la ciudad de los 333 santos”.
Por último, ha indicado que la temática de este curso le parece “muy interesante y, además, oportuna. Tombuctú vive en estos momentos una honda inestabilidad y es momento de reivindicar nuestros lazos con ella”.
El curso ha finalizado con Reynaldo Fernández, asesor de Documentación Musical en el Centro de Documentación Musical de Andalucía ha ofrecido las conferencias ‘La música de Al-Ándalus en la cultura medieval, imágenes en el tiempo’ y ‘La música andalusí (Arma) en la Curva del Níger’.
En la primera de ella ha situado a los participantes en los siglos XIV y XV y les ha hablado de diferentes personajes andalusíes y del reino nazarí de Granada (1238-1492) que llegaron a la Curva del Níger, su música y tradiciones. En la segunda, se ha centrado en el siglo XVI, etapa morisca 1492- 1609 y 1613, en la que aparece la figura de Yuder Pachá en esta zona africana, que tras la rebelión del Albayzín y las la Alpujarra conquista la Curva del Níger, reforzando la cultura andalusí y garantí en esa región. En esta etapa la música «Arma» es como su pueblo, un crisol de formas norte-africanas, árabes, amazing o bereberes, andalusíes, moriscas y del África negra. Este mestizaje es muy interesante, así como su comparación, diferencias y similitudes, con lo que sucede en Latinoamérica”.
A lo largo de sus intervenciones ha explicado “cómo los archivos y la legislación tras la conquista del reino nazarí de Granada aportan una gran riqueza documental sobre instituciones, formas y costumbres de la música de los moriscos. La música de la Curva del Níger la podemos observar como un laboratorio para estudiar el mestizaje cultural y su comparación, similitudes y diferencias, con otros procesos donde se forman repertorios con personalidad propia a partir de un crisol de diferentes culturas, como es el caso de Latinoamérica o del flamenco”.
Reynaldo Fernández ha hablado de la importancia de dar a conocer la música en esta zona del continente africano. “El legado musical de al-Ándalus y de la etapa morisca se ha conservado en los países del próximo oriente y en norte de África, sin embargo este patrimonio en la Curva del Níger es menos conocido y estudiado, siendo uno de los casos de mestizaje cultural más ricos e interesantes”.