Concluye el curso de verano ‘La mejora genética de hortícolas, base del sistema productivo almeriense’, donde Almería se ha posicionado como una de las principales zonas del mundo en el desarrollo de esta tecnología que permite crear plantas más resistentes y sostenibles a una gran velocidad
Durante tres intensos días, las 32 personas matriculadas en el curso de verano de la Universidad de Almería ‘La mejora genética de hortícolas, base del sistema productivo almeriense’ han estado aprendiendo sobre un tema que está cambiando el sector hortofrutícola y que será aún más clave en la evolución del mismo. Expertos nacionales han visitado Almería para explicar las ventajas de la mejora genética en la producción agrícola.
La horticultura intensiva es el principal motor del desarrollo de la provincia de Almería. Aunque en los últimos años ha aumentado la renta provincial por la expansión de la superficie cultivada, el mayor incremento de la producción se debe, sin duda, al desarrollo de nuevas variedades adaptadas a las condiciones climáticas y sistemas de cultivo locales. Estas variedades han sido mejoradas y seleccionadas específicamente para ser cultivadas bajo el intenso sol de la provincia y con las técnicas particulares de aquí.
Uno de los ponentes y director del curso, Juan Capel, ha realizado un repaso a un programa de mejora genética adaptado a los estudiantes. En su charla ha explicado cómo era la agricultura desde que apareció, cuando el homo sapiens se convirtió en sedentario e inventó la agricultura domesticando los cultivos, a lo que se está haciendo en la actualidad con la mejora genómica, edición de los genomas y cómo será la mejora del futuro.
“La mejora genética del futuro será probablemente muy a la carta. El único problema que tenemos actualmente en Europa es legislativo. Europa es muy conservadora y no nos permite utilizar todas las herramientas que nuestros competidores están utilizando como, por ejemplo, la edición genética. Probablemente este será el futuro, los programas no serán de mejora genética, sino de mejora de todo el genoma, editando distintas posiciones del genoma. En la actualidad, se puede coger una especie silvestre y en dos o tres generaciones hacer lo mismo que llevamos haciendo miles de años mediante técnicas clásicas. Esa será la revolución: la ingeniería genética, la ingeniería de los genomas. Este es el fututo, sin lugar a dudas”.


El principal beneficio de la mejora genética es la rapidez. “Un programa de mejora convencional requiere de muchos años de hacer cruzamientos con las plantas, ir seleccionando los mejores individuos, con unos criterios”.
Pero existen algunos escollos por solventar como “la eterna disputa de ‘el tomate ya no tiene el sabor’ porque al final, nos enfrentamos a problemas como son las plagas y patógenos. Y en los programas de mejora lo primero que se selecciona son las plantas que son resistentes a esas plagas y patógenos y, por lo tanto, nos olvidamos del resto de características. Este es un problema típico de la mejora genética denominado ‘erosión’: lo que no se selecciona se va erosionando. Al final, tenemos unas plantas que son preciosas, resistentes a los patógenos, que en la actualidad son nuestros enemigos. Y tenemos el problema de la calidad y el sabor”.
Pero para unir todos esos caracteres y obtener un producto resistente a las plagas y con sabor, se requiere de mucho tiempo, de muchos cruzamientos. Es ahí donde entra en juego la mejora genética. “Con ella, será posible hacer una edición prácticamente a la carta. El gran problema que tiene la gente es el miedo a esos productos, pero van a ser indistinguibles de los que se obtengan de un programa de mejora convencional de 50 años de cruzamientos. Vamos a obtener en 3, 4 o 5 ciclos de cultivo una planta que sea exactamente igual a la que se ha obtenido después de 200 años de cruzar tomates, por ejemplo”.
La provincia de Almería es líder en cuento a mejora genética. “Almería es la élite en cuanto a mejora genética. La horticultura intensiva almeriense es la punta del iceberg, la punta visible. Es donde más se está haciendo a nivel hortícola. De hecho, todas las empresas que se dedican a la mejora genética de hortícolas tienen centros de experimentación cada vez más desarrollados en Almería. Algunas que son multinacionales tienen centros por todo el mundo, pero Almería sin lugar a duda está en el top de la mejora genética de hortícolas que son los cultivos que aquí tenemos”.
Este curso ha dado la oportunidad a los estudiantes de explorar las aproximaciones científicas que hacen posible la obtención de las variedades que se han cultivado, se cultivan y se cultivarán en un futuro cercano.