Organizado junto al Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería, cumple seis ediciones siendo uno de los cursos de verano de la UAL más demandados. Durante tres días los estudiantes aprenderán de la mano de expertos a nivel nacional sobre los avances en mejora genética y su repercusión en el campo almeriense

Con todas las plazas cubiertas, como en años anteriores, ha comenzado a impartirse este martes la sexta edición del curso de verano de la Universidad de Almería dedicado a la mejora genética en el campo de la horticultura. Bajo el título ‘La mejora genética de hortícolas, base del sistema productivo almeriense’, y la dirección de Juan Capel y Francisco Portero, abordará los retos y desafíos a los que se enfrenta este campo de investigación que ayudará y será clave en la evolución del sector agrícola almeriense. 

Francisco Portero, secretario del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería, ha explicado que durante tres días, con la participación de ponentes llegados de varios puntos de España, se hará “una exposición de la situación de la mejora genética en la producción que hay en la provincia de Almería. También haremos una revisión de cómo se trabaja en este aspecto en los centros de investigación, y contaremos con ponentes de gran relevancia a nivel nacional. Colaboramos en este curso de verano para dar visibilidad a nuestra profesión que es una de las implicadas en parte del procedimiento de mejora de especies hortícolas”.

Juan Capel, también director del curso, ha apuntado a que esta edición “es una continuación de todas las ediciones anteriores y nuestro interés es mostrar cómo la mejora genética es la base de todo el sistema productivo almeriense. Sin la mejora genética no se podría comprender cómo producimos más y mejor en una misma superficie invernada. Nuestra intención es, en colaboración con el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas, demostrar esas dos interacciones entre la mejora genética y los ingenieros técnicos, cómo han contribuido al sistema productivo almeriense desde el boom de la agricultura intensiva”.

En la inauguración ha estado presente Fernando Paniagua, presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería, quien en su intervención ha destacado el papel fundamental que tienen los 1.600 ingenieros hombres y mujeres que contribuyen al desarrollo agrícola de la provincia. “Somos los profesionales responsables de responder a las necesidades de la sociedad como la elaboración de informes técnicos, elaboración de proyectos agropecuarios, construcciones hidráulicas, energías  renovables, proyectos de investigación, administración pública, etc. También asesoramiento integral en las explotaciones agropecuarias y sanidad vegetal. De hecho, por todo este tipo de cosas nuestra profesión es una profesión de colegiación obligatoria”. El presidente también ha destacado la importancia que tiene la mejora genética. “Ha sido y es fundamental  para la evolución de nuestro agro. La investigación pública y privada para la obtención de nuevas variedades vegetales, los departamentos de patología vegetal, la biología molecular, etc. Todo esto se traduce en mucha inversión y conocimiento como una ventaja competitiva para el sector. Esto repercute de forma directa en nuestro sistema de agricultura haciéndolo más rentable y más sostenible”.

La primera de las ponencias del curso, ‘El sistema hortícola protegido almeriense’, la ha impartido Francisco Portero, secretario del Colegio de Ingenieros Agrícolas de Almería. En ella ha realizado una introducción al campo almeriense hablando de su historia y cómo ha llegado a primera línea de la producción hortícola mundial, y también ha dado unas pinceladas sobre la profesión del ingeniero técnico agrícola y del colegio.

“Es una profesión que en Almería tiene mucho futuro. Es una herramienta clave, tanto asesorando a los agricultores, como del lado de los empresarios que componen la industria auxiliar, es decir, participando en las empresas que dan servicio al agricultor. Somos unos 1.600 ingenieros técnicos agrícolas los que estamos apoyando este campo y trabajando para que día a día sea mejor”.

Portero ha hablado de los principales retos a los que se enfrenta el sector. “El principal es competir en el mercado global, en cuanto a precios, por la competencia de otras zonas. Almería destaca sobre todo en la producción fuera de temporada y en la calidad. Pasamos unas normas de calidad y controles que no pasan otras zonas y eso da confianza al cliente, por lo que sigue saliendo la producción y esto se traduce en rentabilidad para los agricultores”.

Sobre la mejora genética ha especificado que “es otra de las herramientas que está al servicio del agricultor y nos va a permitir evolucionar en la agricultura, mejorarla para hacer una agricultura más sostenible, en un mundo que cada vez va a tener más problemas ambientales, porque se está trabajando para que así sea”.

El curso repasará un programa de mejora genética, empezando de la mejora genética clásica a la más actual: la mejora genómica. La parte teórica del curso se alternará con visitas a centros de experimentación de empresas que colaboran. También se visitará el IFAPA, que colabora en la organización del curso, donde los participantes podrán ver los programas que tienen orientados a la diversificación y conservación de germoplasmas.

El último día estará dedicado a empresas, que contarán sus experiencias reales y prácticas sobre cuáles son los problemas a los que se enfrentan en el día a día.

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