El municipio acoge de nuevo un seminario que llega ya a su cuarta edición y que, en esta ocasión, reivindica el protagonismo ciudadano: “La democracia llegó a los barrios incluso antes que a las instituciones; los vecinos se organizaron, se reunían en asamblea, debatían y votaban las acciones colectivas”
El municipio de Cuevas del Almanzora ‘dobla’ una edición más como sede de los Cursos de Verano de la UAL, ya que al seminario vinculado estrechamente con el Museo-Taller Emilio Sdun, realizado en la segunda semana del programa, suma en su semana de cierre otro también plenamente consolidado. En su título se identifica el hilo conductor de todas las ediciones, y van cuatro, como es ‘El protagonismo de la ciudadanía’, y también se detalla la temática concreta abordada, que este 2025 es la de ‘Los movimientos vecinales en los municipios del Levante almeriense’. Sus directores son Rafel Quirosa-Cheyrouze y Antonio Llaguno, y como base de su organización cuenta con el Grupo de Investigación ‘Estudios del tiempo presente’. Ambos directores han estado acompañados por el alcalde cuevano, Antonio Fernández, en la bienvenida e inauguración.
Esta propuesta, que cuenta con el patrocinio de Deretil, se dedica precisamente al análisis del papel de los ciudadanos, agrupados en movimientos sociales, en su lucha por lograr mejoras para la comunidad. Para su desarrollo se ha elaborado un programa que incluye ponencias generales sobre diversos temas, como la importancia de estas movilizaciones en las últimas etapas de la historia, el significado de las asociaciones de vecinos en la transición a la democracia española o la situación y retos de estos movimientos en la actual sociedad digital. Se añaden algunos estudios específicos centrados en la provincia de Almería o ubicados en la comarca levantina, como la reivindicación por la ubicación del hospital comarcal, las movilizaciones en Pulpí vinculadas a la parroquia, la juventud y los vecinos, el asociacionismo en zonas aisladas, como los Llanos de Oria, la lucha por el agua en Turre o las protestas de Palomares por los efectos del accidente de 1966, añadiéndose una excursión a la zona.
Antonio Fernández ha reconocido como “un orgullo nuevamente acoger dos cursos de verano de la Universidad de Almería”, algo que también hace posible “la empresa Deretil, que siempre está apoyando su realización en Cuevas del Almanzora”. Ha agradecido a la UAL “que siga apostando” por esta localidad levantina, porque “organizarlos supone un prestigio para nuestro municipio”. Ha puesto en valor que son ya “cuatro ediciones de cursos, con diferentes temáticas, y evidentemente el hecho de que Cuevas y la universidad colaboren es un gran valor para nuestros vecinos”, asegurando que “este ayuntamiento tiene el convencimiento firme de seguir apostando para que tengan mucha más continuidad en el tiempo”. Ha hablado del “compromiso” de la localidad “con la vanguardia cultural y educativa”, mencionando los dos cursos recibidos, y situando el foco respecto al segundo en que “son, sin la menor duda, los vecinos y las vecinas quienes constituyen el pulso del día a día de los pueblos”.


Rafael Quirosa-Cheyrouze, catedrático de Historia Contemporánea y decano de la Facultad de Humanidades, se ha referido a que “la universidad tiene que estar presente en la sociedad a la que se debe, estar en la provincia y no solo quedarse en la capital”, para explicar que su propuesta de curso de verano se haya consolidado en Cuevas del Almanzora: “Hay que aprovechar estas oportunidades, como la organización de un seminario estival, para estar presentes en los municipios, y con esa idea vamos ya por la cuarta edición consecutiva y esperemos que esta sede se mantenga los próximos años”. En cuanto a la perspectiva elegida en esta ocasión, “el proceso que trajo la democracia a España siempre se ha analizado desde la perspectiva de las élites institucionales, desde los gobiernos, desde los políticos y los grandes líderes, pero desde hace mucho tiempo la investigación en historia demuestra que es muy importante el papel de la ciudadanía de base, es decir, cómo los movimientos sociales y el movimiento vecinal tuvieron su importancia en el impuso de esa democratización”.
Por ello, el curso de verano que dirige propone “analizar distintos ejemplos de los pueblos levantinos almerienses”, para lo cual se ha reunido un elenco de ponentes muy acertado entre los que él mismo se encuentra. En su caso particular, se ha encargado de dar un marco general: “Es importante presentar el resumen de lo que significó el movimiento vecinal en el proceso de la democracia en España, cómo a partir del desarrollismo económico de los años 60 las ciudades fueron creciendo mucho y se plantearon necesidades de todo tipo, de infraestructuras principalmente en barrios que se desarrollaron de forma desordenada, con grandes carencias de servicios, y cómo los ciudadanos empezaron a organizarse para reivindicar esas mejoras, y cómo también se extendió a los pueblos”. De ese modo, situando como eje “esa reivindicación”, ha relatado “cómo la democracia llegó a los barrios incluso antes que a las instituciones, porque las asociaciones de vecinos funcionaban democráticamente, se reunían en asambleas, se debatía y votaba para la toma de decisiones de acciones colectivas, y eso antes de que los ayuntamientos fueran elegidos democráticamente”.
Antonio Llaguno ha recordado el interés de la temática, “muy interesante, porque se centra en el papel que los ciudadanos tuvieron en su día para la consecución de determinados objetivos como el Hospital de Huércal Overa y determinadas medidas sociales en los diferentes pueblos”. Se ha diseñado como “un curso muy práctico que da a conocer ese protagonismo de la ciudadanía en esos años de la transición en la esta comarca”. Precisamente se ha referido a ese contexto comarcal abordado por sus propios actores: “Hemos recurrido a personas de la comarca para que hablen de las experiencias vecinales en distintos municipios, como Turre, Pulpí, Vera, Oria, Cuevas… lo que complementa muy bien ese aspecto teórico de lo que supone el movimiento vecinal”.