Antonio García de Alcaraz, docente e investigador del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ha participado como preparador físico del equipo olímpico: “Para mí es muy importante que nuestros alumnos vean la proyección que pueden tener”

“La verdad que yo creo que toda persona que haya hecho deporte, en mayor o menor medida, más profesional o amateur, sueña con esta oportunidad de poder vivir unos Juegos Olímpicos”. Antonio García de Alcaraz lo ha hecho realidad este verano, “un regalo en un momento muy particular de mi carrera, cuando ya estoy más en el ámbito académico y menos en el ámbito deportivo”, reconoce. De hecho, esto último refuerza su ‘mensaje’ principalmente al alumnado del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UAL, en el que imparte docencia junto a los de Educación Infantil y Educación Primaria: “Hay que estar muy orgullosos del nivel de nuestro grado en la Universidad de Almería y saber que da un abanico muy grande en empleabilidad”.

En ese sentido ha advertido sobre que “muchas veces están con esas creencias de que una carrera de educación va para ser profesor y que el camino conduce solamente al campo profesional en el ámbito de la educación, y no es así, esto está mucho más abierto, hay muchas más opciones”. Así, “podemos ser profesionales en el ámbito de la educación, podemos también tener un carácter práctico, podemos seguir mejorando nuestro conocimiento a través del trabajo científico…”. Aprovechando esa experiencia de ir a los Juegos Olímpicos, “es muy importante que nuestros alumnos vean la proyección que pueden tener”. García de Alcaraz ha matizado que “la palabra ‘deporte’, como va al final del nombre del grado, a veces se va diluyendo, más los cambios normativos a nivel europeo que hacen que las especialidades vayan perdiendo algo de presencia, entonces, Paris 2024 es la oportunidad de darles visibilidad”.

Él mismo, “una mezcla de un científico que da clase y que además apoya a los que están entrenando”, es un buen ejemplo para el alumnado sobre la amplitud de posibilidades profesionales y también sobre la relevancia del desarrollo permanente y la constancia: “No he trabajado para ir a los Juegos Olímpicos sino que me lo he encontrado, pero me lo he encontrado porque he trabajado, y he dado todo lo que podía día a día, he hecho las cosas lo mejor que he podido y hemos ido avanzando”. En eso tiene parte también su grupo de investigación, el ‘Sport Research Group’ de la UAL: “Hace dos años trajimos al campus al primer equipo de vóley playa, de Inglaterra, a través de un contrato de transferencia, para ser evaluado y para nosotros poder mejorar el trabajo que hacemos de preparación física”. Tal cual, “eso fue un poco la semilla y seguimos manteniendo vivo un contrato entre la UAL y la RFEVB”.

La sede de la Selección Permanente de vóley playa está en Lorca, precisamente ciudad de nacimiento de Antonio García de Alcaraz, y allí igualmente se ha trasladado la transferencia de la investigación realizada en la Universidad de Almería: “Colaboramos con unas chicas que se vislumbraba que tenían un buen futuro, y de esto hace dos años, y se han comido el futuro ‘a bocados’, porque han ido creciendo muy rápido, subcampeonas de Europa el año anterior, se veía que sí tenían opciones de entrar en los Juegos, hablo de Tania Moreno y Daniela Álvarez, que fueron diploma olímpico finalmente”. Con ellas viajó García de Alcaraz, partícipe también de esa excelente clasificación, al igual que de la gran imagen del resto de equipos de España que jugaron bajo la Torre Eiffel.

De París, vuelta a las aulas y los laboratorios de la UAL, “es muy relevante que nuestro alumnado reciba información de primera mano, traerle la realidad a la docencia, traer lo que nosotros desde el conocimiento científico aportamos para ayudar y mejorar en el desarrollo práctico, también traer de la práctica esa experiencia, ese conocimiento, que es mucho, y llevarlo al ámbito teórico, ya que a veces estamos hablando de cosas un poco abstractas”. Se trata de “una información real y clara de la realidad en la que se desenvuelve un jugador, que eso les va a ayudar mucho a su formación y, al fin y al cabo, eso es lo que buscamos, la mejor formación posible”. Además, “Almería es una ciudad de muchísimo voleibol y de muchísimo vóley playa, hasta el punto de que incluso organizó un campeonato jamás visto antes a raíz del cual esta modalidad se hizo olímpica; entonces, aquí hay muchísima tradición y el tejido social almeriense lo tiene presente”.

Sobre la experiencia olímpica en París, este docente e investigador ha guardado muchas anécdotas y momentos únicos: “Tuvimos la suerte de poder estar en la ceremonia de apertura porque era compatible con la competición, y sobre jugar bajo la Torre Eiffel, los servicios médicos del Comité Olímpico Español tenían disputas internas, en el buen sentido, para ver quién acompañaba a la delegación de vóley playa”. Como fue muy visible en las retransmisiones de la competición, “la ubicación que tenía era espectacular, construyeron un estadio con las pistas de calentamiento y las pistas de entrenamiento, en total cinco, y de noche, en los partidos que tocaban a última hora, se hacía un juego con las luces de los teléfonos móviles y se hacía el efecto de que pasaban a la Torre Eiffel, y siempre lleno hasta la bandera”. En ese contexto, Antonio García de Alcaraz tuvo presente a la UAL: “Una universidad pequeña como la nuestra, con trabajo y trabajo, está alcanzando los más altos objetivos”.

En el Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte convergen varias áreas de conocimiento, pasando por “la salud y el rendimiento”, que se distribuyen en asignaturas que finalmente están relacionadas con una concepción global: “Se ve el espectáculo de ese deportista que está en su máximo esplendor, con unas capacidades física y técnica tremendas, pero detrás hay un trabajo de base y también hay que tener presente la importancia del trabajo psicológico, del desarrollo personal que debe tener, porque algo que se juega en una semana se sostiene sobre años de esfuerzo y equilibrio”. De este modo, “es una visión muy interesante para los alumnos que todos los contenidos que van recibiendo al final están entrelazados, y dependen unos de otros, y todos son relevantes; no te puedes dejar nada fuera”. García de Alcaraz ha hecho un reconocimiento a “Álvaro Sicilia, Antonio Casimiro, esos pioneros, ya que gracias a ellos hoy día hay gente egresada de la UAL con perfiles muy potentes”.

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