Los seminarios estivales de la Universidad de Almería regresan a la localidad ejidense con una temática de gran interés que sitúa el foco en la riqueza arqueológica de esta zona y que pone en valor, de una manera especial, la Murgi romana.

La traducción desde el latín, lengua que extendieron los romanos por todo su imperio, incluida Murgi, es ‘buen provecho’, ‘que aproveche’ o ‘buen apetito’, y se usa en esta ocasión para ofrecer una perspectiva novedosa de la vida cotidiana de los antiguos pobladores del actual El Ejido. Y es que ‘Bene Sapiat’ es el curso de verano de la Universidad de Almería con el que la programación estival vuelve a esta localidad, portando también el sobrenombre de ‘La alimentación de la antigüedad’. Proyecto de gran ambición cultural y académica, “no podía hacerse en un lugar mejor en Andalucía que en El Ejido”, en palabras de Carmen Ana Pardo, su directora, por su relevancia arqueológica y por la firme apuesta de su puesta en valor realizada por el Ayuntamiento.

En ese sentido, la inauguración de este curso de verano de la UAL, que se estará desarrollando hasta el jueves en las magníficas instalaciones del Centro de Interpretación de la Cultura Mediterránea, ha sido arropada por el alcalde, Francisco Góngora, al que ha acompañado Javier Rodríguez, concejal de Educación, Juventud y Participación Ciudadana, dejando constancia del gran interés municipal por avanzar en la investigación arqueológica y poner ese rico patrimonio al alcance de los vecinos y visitantes. Por parte de la Universidad de Almería, Gabriel Aguilera, vicerrector de Sostenibilidad, Salud y Deportes, ha presentado los grandes rasgos del seminario ante los alumnos inscritos, enmarcándolo a su vez en la completa programación general repartida por la provincia.

Francisco Góngora ha mostrado su satisfacción por que “El Ejido vuelva a ser sede de los Cursos de Verano de la UAL”, además “con un tema tan importante para el municipio como el patrimonio histórico ligado a la alimentación”. Ha adelantado que “a lo largo de tres jornadas, los participantes van a poder profundizar en la manera de cocinar y de comer que tenían los fenicios, griegos, cartagineses, íberos y romanos, y entender cómo su alimentación influye en nuestra cultura y salud actual”. Del mismo modo, el alcalde ejidense ha apuntado que “es una excelente ocasión para dar a conocer nuestro rico patrimonio cultural e histórico”, dicho textualmente, para añadir que “el Ayuntamiento es consciente de que invertir en la protección del patrimonio es determinante”.

Sobre esto último ha detallado que “no sólo lo es por razones culturales, sino también económicas e incluso sociales”, precisamente en ese propósito “nos ha acompañado fructíferamente la Universidad de Almería aportando el rigor científico y académico a los proyectos de investigación, conservación y puesta en valor del Yacimiento Arqueológico de Ciavieja”, ha reconocido de modo textual para pasar a facilitar datos: “Hemos excavado 700 m2 con restos de gran interés, parte de unas termas romanas de la ciudad de Murgi y un lienzo de muralla púnica, y con la UAL vamos a seguir trabajando en otras intervenciones, como nuevas excavaciones, instalación de una cubierta sobre los espacios arqueológicos exhumados o la creación de un itinerario accesible en el Yacimiento”.

Gabriel Aguilera ha comenzado su intervención con la traducción de ‘bene sapiat’ para enfatizar sobre que “es un curso interesante y perfectamente ubicado en el Yacimiento de Ciavieja por la trayectoria de su directora y de su grupo de investigación”. Ha definido esta propuesta formativa como “embarcarse en un fascinante recorrido por la historia de cómo las civilizaciones antiguas obtuvieron y prepararon sus alimentos, y los disfrutaron, y cómo estas prácticas influyeron en su cultura, economía y forma de vida”. Aguilera no ha dudado en subrayar que es “un curso único” y “una oportunidad única de aprender sobre las tradiciones culinarias de todas las civilizaciones antiguas, y también sobre el significado social, religioso y simbólico que la alimentación tuvo para sus sociedades”.

El vicerrector ha explicado que “la historia de la alimentación en la antigüedad enseña mucho sobre la creatividad, la adaptación y la innovación humana, y ayuda a valorar las raíces de nuestras propias tradiciones culinarias y comprender la importancia de la alimentación saludable, satisfactoria y sostenible en nuestro tiempo”, con una referencia clara a “las tres eses”. De hecho, en línea con el trabajo que desarrolla su vicerrectorado, ha advertido de que “la alimentación es el gran reto de nuestra sociedad actual”, y “es la parte que menos adherencia tiene en el tratamiento de los pacientes”. Por ello, ha agradecido al Ayuntamiento de El Ejido “por ser sensible a estas iniciativas”, finalizando con dichos populares que vinculan la buena alimentación con la buena salud.

Por su parte, Javier Rodríguez ha extendido los agradecimientos tanto al equipo de la Universidad de Almería como al del propio Ayuntamiento de El Ejido y ha descrito que “el espíritu de este curso pasa por descubrir aspectos cotidianos de nuestros ancestros”, en marco de una concepción de la comida como cultura, hábito, deseo e identidad. Así, “estas jornadas nos permitirán conocer en profundidad la alimentación en la antigüedad, sus técnicas de elaboración, su consumo y su impacto en las sociedades”, abundando en la idea compartida del “acierto de que se celebre en El Ejido”. Lo ha razonado en dos cuestiones básicas: “La formidable historia de nuestro municipio y los productos agrícolas, porque el ‘nuevo Murgi’ también ha hecho de la alimentación su herramienta para articular a la población”.

Carmen Ana Pardo ha agradecido “el acogimiento de siempre en El Ejido” y ha desvelado su elección de la temática del curso en la línea de “cuestiones recurrentes de conexión entre el pasado y el presente, y la alimentación es uno de ellos, ya que tenemos que comer porque tenemos que vivir”. De este modo, “ver cómo evoluciona es muy interesante y además generalmente es de esas cosas que en la arqueología pasan desapercibidas, porque no son los restos llamativos que todo el mundo busca en los museos”.  La misión es “buscar la conexión entre esa comida antigua y la presente, teniendo el colofón de deleitarnos con las cosas que hemos visto en teoría y en práctica a través de una comida-degustación”. Será el cierre del curso y tendrá lugar en el Auditorio Municipal de El Ejido a cargo de Manuel León, director científico de ‘Arqueogastronomía’, de la Universidad de Cádiz, el último del excelente elenco de especialistas que se dan cita durante tres días “muy intensos, pero que al final van a saber a poco”.

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