Un estudio del SPORT Research Group (CTS-1024) de la Universidad de Almería, con Elena Martínez-Rosales y Alba Hernández-Martínez a la cabeza, analiza casi 5.000 artículos publicados en catorce revistas especializadas y revela que menos de una cuarta parte de las autorías principales y solo el 18% de los puestos en consejos editoriales están ocupados por mujeres.
Esta investigación pretende ser un “punto de inflexión” para que “se estudien con más detalles los mecanismos que explican esta baja representación de la mujer en puestos de liderazgo en Ciencias del Deporte”, y que “sirva como punto de partida para conocer la realizad actual con el objetivo último de garantizar la igualdad de oportunidades en esta área”. El estudio se titula ‘Representation of women in sport sciences research, publications, and editorial leadership positions: are we moving forward?’ (enlace al texto completo: www.t.ly/DJ6V), y sus resultados son contundentes y de gran interés para una comunidad científica llamada a la reflexión. Este importante trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista Journal of Science and Medicine in Sport, con un factor de impacto de 3.6, y ha surgido desde el seno del Grupo de Investigación ‘SPORT Research Group (CTS-1024)’ de la Universidad de Almería.
El artículo está liderado por las investigadoras predoctorales de la UAL Elena Martínez-Rosales y Alba Hernández-Martínez, junto con Sergio Sola-Rodríguez (predoctoral de la UAL), Irene Esteban-Cornejo (de la Universidad de Granada), y bajo la coordinación de Alberto Soriano-Maldonado (profesor de la UAL). El estudio nace de la inquietud por conocer la representación de la mujer en diversos puestos científicos de liderazgo en Ciencias del Deporte. Para ello, se realizó un minucioso análisis del sexo tanto de los investigadores que ocuparon los principales puestos de autoría (primero y último) en más de 4800 artículos, como de los puestos en los consejos editoriales de 14 de las mejores revistas internacionales del área. Los resultados revelaron que las mujeres ocuparon un 25% de la primera autoría (observándose un incremento de mujeres del 0.5% desde el año 2000 hasta el 2020), un 17% de la autoría senior (que se mantuvo constante en el tiempo), y solo un 18% de los puestos en consejos editoriales. También destaca que ninguno de los puestos de editor jefe de las revistas analizadas estaban ocupado por mujeres.
Según Martínez-Rosales, “los resultados obtenidos confirman la hipótesis de partida que, en base a estudios previos en otras áreas de conocimiento, como la medicina, y sabiendo que el deporte ha tenido tradicionalmente una gran predominancia masculina, postulaba que la mujer iba a estar infrarrepresentada en los puestos de liderazgo”. Esta falta de diversidad de género en la investigación suele traducirse en una limitación para la innovación y el conocimiento, y conlleva problemas no despreciables, señalan los autores. Por ejemplo, “en el caso de las Ciencias del Deporte, existe una clara falta de estudios sobre la mujer, que se ha traducido en un todavía amplio desconocimiento sobre los efectos que diferentes configuraciones de entrenamiento físico tienen sobre la fisiología femenina, entre otros”.
Además, y yendo más lejos, “el desequilibrio tan grande entre la proporción de hombres y mujeres en los consejos editoriales de las revistas afecta también a la selección de los temas de interés en la investigación, puesto que los editores son los responsables de seleccionar aquellas temáticas que interesan para avanzar el conocimiento en cada área científica”.
Los autores explican que “existen diversas teorías que pueden explicar la escasa representación de la mujer en Ciencias del Deporte”. Una de ellas se denomina ‘inercia demográfica’, por la que la proporción de hombres y mujeres trabajando en el área hace 20 años explicaría, en parte, la distribución de puestos de liderazgo observado en la actualidad”. Otra es la llamada ‘teoría de la tubería’ (en inglés ‘the pipeline theory’), que explica que “en cada etapa educativa, desde el colegio hasta los estudios de posgrado, se van perdiendo mujeres hasta que, al final de la ‘tubería’ (estudios de máster, doctorado y posdoctoral), habría muy pocas mujeres que puedan ocupar puestos de liderazgo”. El hecho de que “no haya suficientes mujeres que actúen como referentes para las jóvenes” es otro factor que dificulta la persecución de una carrera científica en cualquier ámbito de conocimiento.
Otra de las teorías que podrían contribuir a explicar los resultados de este trabajo es el llamado ‘efecto Matilda’. Martínez-Rosales explica que “esta teoría describe que los logros obtenidos por las mujeres no reciben el mismo reconocimiento que los de los hombres, y es la teoría que mejor representa las verdaderas desigualdades por cuestiones de género”. Sin embargo, también los autores indican que actualmente “se desconoce hasta qué punto el ‘efecto Matilda’ ha tenido una incidencia importante en el área de Ciencias del Deporte y se necesita más investigación para determinar con exactitud los mecanismos que justifican estos bajos porcentajes de mujeres en puestos de liderazgo”. Los autores tienen claro que “una mayor representación de la mujer en puestos de liderazgo podría aportar mayor diversidad, mejoraría los procesos de toma de decisiones, incrementaría la variedad de temáticas investigadas y, por tanto, podría incrementar la calidad de la investigación y potenciar la innovación en esta área de conocimiento”.