Se trata del 32º Congreso Internacional de la Sociedad Española de Psicología Comparada, que se desarrolla hasta el viernes en el campus de la UAL habiendo “batido el récord de inscritos” y en el que se están congregando especialistas de Europa y de América: “Se exponen datos extraídos con una rigurosidad metodológica y científica extraordinaria”.
Es la segunda vez que la Universidad de Almería lo acoge, habiendo sido la anterior en 2010. De aquellos participantes de hace doce años, muchos han repetido. “Fue todo un éxito, quedaron encantados y han vuelto”, tal y como ha sido desvelado por catedrática Pilar Flores, presidenta del comité organizador de esta importante cita, el 32º Congreso Internacional de la Sociedad Española de Psicología Comparada. En sus palabras, es “una de las reuniones de los profesores de Piscología del Aprendizaje y de los mecanismos neurales del funcionamiento del aprendizaje más importantes del mundo, y por ello han venido a Almería especialistas de distintas partes del mundo”. No en vano, su comité científico tiene la participación de especialistas de una veintena de universidades de varios continentes, como Sydney, Arizona o Copenhague: “No hay muchas reuniones como esta”.
En ese sentido, “se ha batido el récord de participación, ya que la cifra habitual giro en torno a los 120 inscritos y esta edición se ha ido hasta más de 180”. Flores lo ha achacado a un conjunto de razones, como “las ganas que tiene la gente de reunirse tras la COVID-19, otro poco también el atractivo de venir a Almería, una ciudad pequeña y en una esquina de España, pero que llama la atención, y por la temática también, porque tenemos participantes nacionales y extranjeros con cosas muy novedosas y contenidos muy actuales, siendo una forma de hacer ciencia y de aprender muy interesante”. Por todo ello, lo ha definido como “un congreso de muchísima importancia y relevancia internacional”, en el que “se exponen datos extraídos con una rigurosidad metodológica y científica extraordinaria”, y del que “los trabajos que se exponen serán objeto de publicaciones en revistas muy prestigiosas”.
La catedrática de Psicología de la UAL, premio Hélice ANECA a la Calidad Académica en diciembre pasado, ha sido didáctica a la hora de explicar qué se trata en el congreso: “Hay dos tipos de aprendizaje, el especializado, el de un idioma o a tocar el violín, y el básico, que es el que los humanos compartimos con las demás especies, consistente en aprender cosas para sobrevivir, y a eso es a lo que nos dedicamos, a cuales son los mecanismos por los cuales yo aprendo que esa flor me indica que hay comida, que el que la hierba esté más verde me indica que hay agua, o que me quedé encerada en el ascensor una vez y resulta que ya no me subo porque le he cogido fobia; todo eso se trabaja en este congreso y, además, se ha ampliado también a trabajar con psicopatologías vinculadas con esas relaciones entre los estímulos y las respuestas”. Todo tiene cabida entre este miércoles y el próximo viernes.
La amplitud de los puntos de vista es muy amplia, incluido también “el estudio de cómo distintas organismos, desde los muy bajos en la escala filogenética, como pueden ser los caracoles, hasta los humanos, somos capaces de aprender de este tipo de relaciones, o sobre cuestiones relacionadas con los sesgos cognitivos, con el porqué de que atribuyamos causas a cosas que no son las causas de nuestras respuestas o nuestras acciones, como pasa con la conducta supersticiosa”. Igualmente en esta cita de tan alto nivel se abordan “cuestiones de bases neurales de esas conductas, qué se está activando en nuestro cerebro, qué regiones del mismo se están conectando cuando hacemos distintas tareas”. Las aportaciones que salgan de aquí serán de gran interés, fomentadas a la vez por el formato elegido y su desarrollo ágil dentro de la rigurosidad.
En concreto, “hay tres tipos de contribuciones, que son sesiones orales y simposios, con la diferencia de que los segundos son más cerrados temáticamente, más homogéneos, y luego la presentación de pósteres, que son muchos y se hace los tres días”. Es tal el volumen de contenido a afrontar que las sesiones orales se solapan, así como algunos simposios, habiendo un doble emplazamiento en el campus: el Paraninfo y su Sala de Grados. Se produce una interacción permanente: “Cuando nos contamos dos datos, como dentro del público hay gente que sabe de esa misma temática, nos mejora la metodología, nos ayuda a que ese estudio tenga mayor calidad y rigor, porque nos hacen preguntas en las que no hemos caído y al revés; se produce un intercambio permanente hasta en el coffee-break, en el que se gestan nuevos trabajos de investigación”.