La segunda edición de unas jornadas ahora impulsadas por la nueva asociación INPSIDE de la Universidad de Almería reúne a docentes, estudiantes y profesionales en torno a la generación de un entorno educativo «más positivo y enriquecedor». “La empresa del siglo XXI está tomando en consideración variables como trabajo en equipo, liderazgo o estrategias de comunicación”, recuerdan.
Tras su celebración en 2023 siendo un éxito de participación y con la intención de continuidad, han regresado las ‘Jornadas sobre Bienestar Académico y Competencias Socioemocionales’ a la Universidad de Almería, en esta segunda edición con el subtítulo de ‘Un nuevo horizonte’. Ha tomado el testigo de su organización la recientemente creada Asociación Universitaria INPSIDE, junto al Área de Psicología Evolutiva y de la Educación, el Departamento de Psicología, en el que se integra, el Grupo Investigación Psicoeducativa y Psicopedagógica y la Facultad de Psicología, con la colaboración de otros organismos y entidades, como el Vicerrectorado de Estudiantes.
Una novedad importante es que han pasado de una tarde a tres días de duración, dando comienzo este martes y extendiéndose hasta el próximo jueves en la Sala de Grados del Aulario IV del campus. Allí se están desarrollando una quincena de ponencias, inauguradas por parte de José Manuel Martínez, director del Secretariado de Orientación al Estudiante del Vicerrectorado de Estudiantes, Mercedes Fernández, decana de la Facultad de Psicología, y Maite Daza, directora del Departamento de Psicología. Han intervenido igualmente los responsables de la organización del evento, las profesoras Fátima Oropesa y Araceli Pérez junto a Jaime Toledo, los tres además integrantes de la junta directiva de la nueva asociación INPSIDE. Todos han coincidido en que esta es una excelente oportunidad para que estudiantes, docentes y profesionales compartan conocimientos y experiencias, y fortalezcan sus habilidades para crear un entorno educativo más positivo y enriquecedor.
Fátima Oropesa ha recordado que “el objetivo principal es acercar al alumnado aspectos relacionados con el bienestar emocional, en unas jornadas centradas en cómo las competencias socioemocionales mejoran también el bienestar académico”. Para ello se ha elaborado un amplio programa de tres días, “abordando muy diferentes contenidos a través de una gran variedad de ponencias”. A eso ha añadido una clave fundamental, “el enfoque principal es teórico-práctico”, enfatizando sobre que “facilita contenidos, pero a su vez se hacen diferentes dinámicas grupales con el alumnado para que pueda desarrollar esas competencias socioemocionales”.


Como eje, “se contextualiza qué se entiende por bienestar académico, se habla de cómo se puede contribuir al desarrollo emocional en los jóvenes, y luego hasta cómo prevenir la violencia en los jóvenes, aspectos relacionados con mediación escolar, con coaching, se habla también acerca del aprendizaje-servicio, de cómo tiene que ser el aula del futuro para desarrollar todas estas competencias socioemocionales…”. Oropesa ha querido destacar que “estas jornadas vienen de la mano de una asociación que se acaba de crear, que se llama INPSIDE, cuyo presidente es Jaime Toledo, y es importante porque desde el mismo alumnado de Psicología ha surgido el interés por crearla”.
El propio Toledo ha explicado que “la asociación surge a raíz de una colaboración que hicimos Fátima y yo en una jornada sobre juegos de mesa, y la hemos acabado creando para asumir una necesidad que detectamos en la universidad, y es que la Psicología no se pone de relevancia todo lo que debería”. A su juicio, “es un ámbito muy interesante, que tiene mucho que ofrecer y que tiene muchísimo potencial, y ante ello se intenta cubrir ese huequito, colaborando con todas aquellas personas e instituciones que quieran hacer actividades para enriquecer un poco este campus”.
Sobre la programación en sí, “se empezó a idear estas segundas jornadas como algo pequeñito, de una tarde, y al final acabamos yendo a tres días porque consideramos que había muchos temas muy interesantes que tratar, de los que, por desgracia, actualmente no se habla demasiado”, textualmente. Así, “se vio una relevancia acuciante en el hecho de buscar exponentes, ámbitos interesantes para el alumnado y también para el profesorado, porque está abierta la inscripción a todo el mundo, y se han incluido proyectos ya conocidos, que se sabía que tienen unos buenos resultados y que son de calidad para traerlos a la UAL a transmitir su potencial”.
Ha hablado de “los futuros psicólogos o educadores”, un hilo que ha seguido Araceli Pérez abriendo el interés a cualquier egresado: “Las empresas del siglo XXI están tomando todas estas variables en consideración; no solamente el expediente académico en sí, lo que queda como algo ‘bastante frío’, sino que hay que dotarlo también de la parte humana, qué características presenta esta persona, incluso la inteligencia emocional que puedan presentar los futuros candidatos a un puesto de trabajo”. Las entrevistas de trabajo a las que se enfrentarán requerirán de una preparación emocional: “Desde los departamentos de recursos humanos se están teniendo en cuenta no solamente los méritos desde un punto de vista objetivo y frío en un papel, sino cómo se desenvuelve la persona, si es capaz de trabajar en equipo, qué estrategias de comunicación tiene, habilidades de liderazgo, etcétera, etcétera”.
Algo de suma trascendencia para Pérez es que “los profesores tenemos que ser conscientes de esta realidad y llevarlo al mundo de las aulas para trasladarlo al alumnado, empezando por nosotros mismos, porque tenemos que dar ejemplo de lo que transmitimos, hemos de ser coherentes”. En ese sentido, “me aportaría un gran nivel de satisfacción el que los asistentes tomaran una verdadera conciencia de la importancia que tiene el considerar las emociones en el campo educativo”, porque “estamos en una era donde se ha superado que la educación es una mera transmisión de conocimientos”, así como “de la importancia de cuidar estas competencias socioemocionales en los docentes”. Para ello “es muy necesario cuidar a esos docentes, porque las condiciones de trabajo influyen”.