Hasta el 17 de mayo estará instalada en el hall del Aulario IV la exposición ’60 años de la lucha por los Derechos con Hechos’ que resume la labor de esta organización con los más desfavorecidos.
En su objetivo de formar a jóvenes comprometidos con un futuro más humano, la Universidad de Almería, a través del Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo, acoge en el hall del Aulario IV hasta el próximo 17 de mayo una exposición que recoge la historia de Manos Unidas y que lleva por título ’60 años de lucha por los Derechos con Hechos’.
La vicerrectora de Estudiantes y Empleo, Maribel Ramírez, ha explicado que acogiendo esta muestra la UAL quiere reconocer el trabajo de Manos Unidas a lo largo de su historia. “La exposición es una pequeña muestra de esa labor durante estos sesenta años en los que se han financiado alrededor de 27.000 proyectos en más de 64 países de Asia, África, América y Oceanía. Los proyectos han abarcado ámbitos agrícolas, sociales, culturales, educativos, sanitarios o de promoción de la mujer, por ejemplo”.
Miguel José Pérez, presidente delegado en Almería de Manos Unidas, ha indicado que la organización tiene dos fines: “sensibilizar a la población española y financiar proyectos de desarrollo”. Y que han querido ponerle cara a estos proyectos. “El año pasado fueron 6 millones de personas las que se beneficiaron de forma indirecta de nuestros proyectos y hemos querido traer a la UAL unos botones de muestra de esos proyectos que son de diferente índole y abarcan África, América y Asia. En cada uno de los paneles aparece la foto de una persona y una breve referencia de lo que supone para su vida recibir esta ayuda”.
La vicerrectora de Estudiantes y Empleo ha explicado que el hambre que hoy en día se padece no es solo de alimentos sino también de valores, de cultura, de aspiraciones, de justicia. “No podemos preparar buenos profesionales sin formar también a buenos ciudadanos”. En ese sentido asegura que “tenemos que impregnar a nuestro estudiantado de sentido ético, para que aporten desinteresadamente su trabajo, esfuerzo, saber y tiempo a los demás. Ese compromiso es un imperativo para los hombres y mujeres que trabajamos en entornos educativos y somos sensibles al dolor ajeno y a las necesidades de las personas más vulnerables”. Motivo por el que considera indispensable apoyar las iniciativas de Manos Unidas desde las diferentes instituciones. “Estoy convencida de que su actividad es cada vez más esencial para la sociedad, para su cohesión y para educar a nuestros jóvenes en el compromiso hacia un futuro más humano”.
En esta jornada de inauguración de la exposición también ha habido una ponencia a cargo de Fidele Podga, coordinador del Departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas, quien ha hablado de ‘La cínica retórica de la dignidad humana’. “Vengo a hablar del cinismo que tenemos a la hora de hablar de los Derechos Humanos y de cómo Manos Unidas intenta que de declaraciones pasemos a hechos dentro del marco de la propia cooperación”. Podga explica que la solución es compartida “no hay soluciones unilaterales, por lo tanto el enfoque tiene que ser global, que mire a la persona, al sujeto, pero que englobe el aspecto social, político y estructural porque el tema de los derechos es un tema colectivo”. No hay un derecho aislado, pero desde Manos Unidas el más elemental y primario es el derecho a alimentarse. “No poder comer vulnera el resto de derechos. Comer tiene que ver con el derecho al agua, a la salud, incluso al derecho político. El dilema moral de nuestro siglo es que teniendo alimentos para dar de comer a más del doble de la población mundial, haya 821 millones de personas que no pueden comer. Nos tiene que llevar a una reflexión sincera, honesta. Ese es el drama, pero creo que la conciencia personal está por encima de cualquier acción política”.
La inauguración de la exposición ha contado también con la presencia de Antonio Hernández de la Torre, jefe provincial de Trabajo e Inmigración; Rafaela Abad Vivas-Pérez, concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Almería y, representando al Obispado, Ignacio López Román, delegado diocesano de Educación y profesor de la UAL.