Avanza el Curso de Verano de la UAL dedicado al papel de la región en el contexto fotográfico español del siglo XIX y los participantes quieren que sea un ‘punto de partida’ desde el que generar sinergias y acciones.
Por segundo día de los tres programados, las magníficas instalaciones del Centro Andaluz de la Fotografía en Almería han albergado a los mejores especialistas para poder hacer realidad un proyecto que se presentó como algo inédito. Está siendo todo un éxito y en él se van cumpliendo todas las expectativas el Curso de Verano de la UAL ‘Andalucía en la historia fotográfica española del XIX’, dirigido por José Blas Fuentes y por Juan Antonio Fernández. De hecho, el propio Fuentes ha destacado precisamente que “desde su mismo inicio se está tomando con muchísimo interés y curiosidad sobre algo que anunciábamos como novedoso en Andalucía, el tratamiento monográfico de este tema de la fotografía en la historia española del XIX y lo que significa esta región en ese contexto”. El público asistente, ya que cuenta con varias conferencias abiertas, “no solo está compuesto por estudiantes con curiosidad, sino profesionales del arte y de la fotografía, y se está disfrutando mucho”.
A ellos ha sumado el codirector del curso el hueco que viene a cubrirse: “Realmente Andalucía necesita posicionarse en la historia de la fotografía del XIX como referente, además de máxima importancia, ya que fue el significante, fue objeto fotográfico de grandes y afamados fotógrafos que venían a España a buscar la ‘puerta a Oriente’, ya que Oriente no era Egipto, no era el norte de África, era ya el sur de España; Andalucía es un referente de primer nivel en la historia de la fotografía mundial”. Vistas las primeras valoraciones, Blas Fuentes ha reconocido que “se nos ha quedado mucho por hacer, porque en tres días no se puede agotar el tema y el formato de Cursos de Verano es intenso”, pero por ello puede suponer un punto de partida: “Es la semilla, hemos sido capaces de aglutinar a los mejores especialistas de la fotografía andaluza, se han conocido muchos aquí y a partir de ahora se crea una especie de foro de trabajo; con formato de curso sería muy interesante perpetuarlo en el tiempo con la colaboración del CAF, pero puede dar lugar también a jornadas, congresos u otro tipo de actividades académicas, científicas o divulgativas”.
El ponente que ha abierto la segunda jornada, Donato Gómez, que es profesor de Historia de la Economía en la Universidad de Almería, se ha expresado en la misma línea: “Es magnífico poder reunirnos alrededor de una mesa sin que parezca que lo que estamos diciendo es ‘arameo’, que si se habla de linternas mágicas o de fotos espiritistas no te miren con cara de espanto, ya que toda esta gente sabe lo que es, por lo que es un placer comunicarte, que te aporten, porque es gente que lleva trabajando en el tema mucho tiempo y salir del aislamiento a la relaciones… aprender es maravilloso”. En su caso, ha resumido su obra ‘Fotógrafos, empresarios y artistas en Almería durante la segunda mitad del siglo XIX’, editado por EDUAL y presentado en el mismo CAF en el mes de febrero pasado: “Una visión del retrato almeriense desde el punto de vista histórico; no reúne toda la información del libro porque es imposible, pero sí he intentado aproximar el tema a una gente que no conoce la fotografía antigua porque han nacido en la época digital”.
Trazos sobre “las cámaras, los positivos, los negativos, de las técnicas cambiantes después de 180 años de historia de la fotografía”, han servido a Donato Gómez para argumentar de modo rotundo que “no existiría el mundo moderno sin la fotografía, y la prueba es Internet, compuesto básicamente de imagen, de todos y de películas, que no son otra cosa que esas fotos proyectadas a 24 fotogramas por segundo”. Ha sentenciado que “seríamos poco sin esa forma tan sencilla de comunicar que es la fotografía”, con la que “tenía un débito”, a la que ha querido explicar sobre las páginas de su libro: “Había desaparecido la analógica y la nueva tenía como laboratorio el ordenador, mientras que yo me crie entre cubetas”. Está muy relacionado con el último ponente que va a tener el curso, con el punto de unión entre ambos del retrato, siendo Enrique Fernández Bolea el encargado de clausurar con ‘Primeros tiempos de la fotografía documental’: “Sí que es una responsabilidad enorme culminar un curso de este nivel, desde el principio fenomenal, pero no solo por el nivel de las ponencias y de participación posterior a las mismas, con intercambios, sino por la oportunidad que ofrece de abrir un foro para hablar de fotografía y foto histórica”.
Son “escasos en el mundo entero”, así que “tener la oportunidad de reunir en este espacio a quizá los mejores especialistas andaluces pero que en ámbito nacional también tienen ese prestigio”. El cierre del curso se dedicará a “explicar el porqué de que la fotografía llegue tan tarde a Almería, y el motivo de que surja en la capital y en las comarcas de Poniente, Levante y el Norte, que es el nacimiento de una burguesía demandante de este tipo de productos, ya que se exigía un poder adquisitivo amplio, a pesar de la incomunicación y el aislamiento, que era una limitación para que los fotógrafos viniesen”. Pero más allá del retrato, su exposición se dedica “a la fotografía documental, que afortunadamente en Almería cuenta con un baluarte, un lorquino afincado en la ciudad primero y después en el Levante, que se llamó José Rodrigo Navarro, que aportó una gran riqueza colosal y enorme”. Autor de varios libros, el último, ‘Relatos fotográficos de Almería en el siglo XIX ha sido el último: “Labor paciente y pausada, de décadas, pasando de la nada, de un paisaje desolador, a un relato histórico, un patrimonio cultural fotográfico”.