Sus investigadores avanzan en la necesidad de conocer y evaluar la presencia de inhibidores de la proteasa en la variedad Ulva Ohnoi, con soluciones para ello, lo que publican en la revista ‘Marine Drugs’ exponiendo a su vez los beneficios de su inclusión en el alimento de dorada, lubina y lenguado senegalés, especie sobre la que centran dos artículos más en ‘Algal Research’.

La amplia presencia nacional e internacional del Grupo de Investigación ‘Ecología Acuática y Acuicultura’ de la Universidad de Almería queda actualmente patente en su participación simultánea en una decena de proyectos de gran calado, todos ellos relacionados con el uso de las algas en el desarrollo de nuevos piensos para acuicultura. Su relación supone toda una mención de calidad y prestigio para este RNM-346: SABANA (H2020), AQUATECH4FEED (BlueBio), DORALGAE (MINECO), GREEN4FEED (Junta de Andalucía), ALGADIET II (Fundación Biodiversidad), ALQUABIOTIC (CDTI), VALINVA-bream (Ceimar), SUPLALGAE (UCA-FEDER) y NAN2BREAM (Ceimar). Los frutos de su trabajo se ven reflejados en publicaciones de revistas de máximo prestigio científico, como es el caso de uno de sus últimos estudios, con el título de ‘Partial characterization of protease inhibitors of Ulva ohnoi and their effect on digestive proteases of marine fish’, que ha visto la luz en Marine Drugs (doi: 10.3390/md18060319), en el enlace directo https://www.mdpi.com/1660-3397/18/6/319.

Los miembros del grupo RNM-346 que lo firman son Antonio Jesús Vizcaíno, Alba Galafat, María Isabel Sáez, Tomás Francisco Martínez y Francisco Javier Alarcón, todos ellos del Departamento de Biología y Geología de la ESI, en el campus almeriense. En el mismo, proporcionan una visión general sobre la presencia de inhibidores de la proteasa en la Ulva ohnoi y analizan sus efectos sobre la fisiología digestiva de tres especies de peces marinos acuicultivados, además de que caracterizan su modo de inhibición y exploran estrategias para reducir sus posibles efectos adversos en las enzimas digestivas de los animales. Su punto de inicio es que “la presencia de factores antinutritivos es uno de los aspectos más importantes a tener en consideración cuando se evalúan nuevos ingredientes para su uso en la elaboración de piensos para acuicultura”, algo asumido en “ciertos ingredientes de origen vegetal, como son las harinas de soja o de colza”, pero además “estos compuestos se han descrito también en algunas especies de algas marinas, de entre ellas, varias consideradas ingredientes o aditivos de interés para su incorporación en los piensos acuícolas”.

Estos investigadores han remarcado que “a pesar de las evidencias que indican la presencia de los compuestos antinutritivos en las algas y los posibles efectos que puedan ejercer sobre la fisiología digestiva de los peces de acuicultura, poco se conoce acerca de sus características y mecanismos de acción”. Es por ello que se han puesto manos a la obra para encontrar respuestas, y lo han hecho con éxito, puesto que los resultados obtenidos en este trabajo confirman que la biomasa de Ulva ohnoi contiene inhibidores de la proteasa capaces de incidir en las proteasas digestivas de distintas especies de peces de interés acuícola, como son dorada, lubina o lenguado senegalés, a la vez que se comprueba que “son necesarios niveles de inclusión muy elevados de estas algas en el pienso para alcanzar un grado inhibitorio alto”. En el estudio igualmente se observa que la inhibición de la actividad proteolítica tiene lugar mediante un mecanismo de inhibición mixto, en el que el efecto inhibitorio depende de la dosis de alga que se incorpore en el alimento. De todos modos, confirma que un tratamiento térmico previo, antes de su incorporación al pienso, similar al que se realiza durante el procesamiento de alimentos acuícolas, “es suficiente para inactivar estos inhibidores, por lo que esta alga puede ser utilizada sin problema como un potencial ingrediente sostenible para alimentos acuícolas.

En este sentido, otro estudio del grupo, en colaboración con investigadores de la Universidad de Málaga y del centro IFAPA ‘El Toruño’ de Cádiz, ha confirmado que el uso de Ulva produce un efecto positivo en lenguado senegalés cuando se usa un nivel bajo de inclusión en el pienso. Ha sido publicado en la revista Algal Research, titulado ‘Evaluation of Ulva ohnoi as functional dietary ingredient in juvenile Senegalese sole (Solea senegalensis): effects on the structure and functionality of the intestinal mucosa’. Su enlace directo es https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2211926419302322?via%3Dihub, al que se accede, junto con las demás referencias, a través del identificador doi.org/10.1016/j.algal.2019.101608. En él se asevera que “la suplementación del pienso con un 5% de alga ejerce un efecto significativo en la morfología de la mucosa intestinal, produciendo un incremento de la superficie de absorción, si bien se recomiendan periodos cortos de administración, a fin de evitar los posibles efectos negativos que puedan aparecer sobre el crecimiento de los peces cuando se administra durante un periodo prolongado de tiempo”.

A estos dos, suma el grupo ‘Ecología Acuática y Acuicultura’ otro trabajo más, en su caso con interés para el consumo posterior del filete de lenguado senegalés, también publicado en Algal Research: ‘Assessment of long-term effects of the macroalgae Ulva ohnoi included in diets on Senegalese sole (Solea senegalensis) fillet quality’ (doi.org/10.1016/j.algal.2020.101885). El enlace de acceso directo al mismo es https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2211926419310355?via%3Dihub. En esta ocasión, evalúa más en concreto el efecto que produce la administración puntual de esta alga sobre distintos parámetros objetivos de la calidad del filete del pescado a lo largo de su vida útil y durante un periodo de congelación de cinco meses: “Se administró un pienso enriquecido con 5% de alga durante 90 días, seguido de un periodo de alimentación de 210 días con un pienso estándar sin algas; los resultados obtenidos indican que el uso de algas produce una mejora en el perfil lipídico del filete del pescado, así como en sus parámetros texturales (mayor firmeza y capacidad de retención de agua), y en la pigmentación de la piel de los peces, acercándose más a los estándares preferidos por el consumidor”. Puntualizan sus autores que se observa “disminución en la oxidación de los lípidos del músculo, especialmente manifiesta después del período de almacenamiento en congelación, lo cual supone un efecto protector adicional”.