El Salón de Actos del centro asociado de la UNED se llena durante la primera sesión de una de las principales citas mundiales sobre esta temática, organizada por el Grupo de Investigación ‘Estudios del Tiempo Presente’ de la UAL y que esta vez se centra en ‘La violencia como actor político’: “No fue esa imagen que se traslada de transición pacífica”

Ya está en marcha el X Congreso Internacional sobre la Historia de la Transición en España, organizado por el Grupo de Investigación ‘Estudios del Tiempo Presente’ de la UAL y que se extenderá hasta la tarde del viernes en el Salón de Actos del Centro Asociado la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Almería. Tal y como marca su brillante trayectoria, cada edición se dedica a una temática concreta dentro de ese proceso histórico que concluyó con el regreso de la democracia a este país, siendo esta vez ‘La violencia como actor político’ el eje temático en torno al cual ya se está vertebrando. A lo largo de sus tres días de duración, se producirá un intercambio de resultados de investigación entre decenas de especialistas, tanto nacionales como internacionales, habiéndose alcanzado una altísima participación.

La primera sesión ha girado en torno a la violencia política y social en los años 70, contando con las conferencias de los profesores Mario López Martínez y Teresa María Ortega López, de la Universidad de Granada, así como de Sophie Baby, que es directora del Departamento de Historia en la Universidad de Bourgogne, en Francia. Antes, se ha llevado a cabo un acto de inauguración oficial en el que ha participado José Antonio Sánchez, vicerrector de Política Científica de la Universidad de Almería, junto a María del Mar López, diputada de Recursos Humanos de la Diputación de Almería, José María Martín, subdelegado del Gobierno de España en Almería, y María del Carmen Pérez, subdirectora de la UNED, los cuatro arropando a Rafael Quirosa-Cheyrouze, director del grupo de investigación y presidente del comité organizador del congreso.

José Antonio Sánchez ha expresado su satisfacción por la realización de una actividad de tanto prestigio como este congreso: “Desde el Vicerrectorado de Política Científica estamos encantados de apoyar todas las actividades científicas que se producen en nuestra universidad, en este caso en colaboración con la UNED a través del grupo de Rafael Quirosa-Cheyrouze, al cual agradezco de un modo especial el esfuerzo y el tesón en organizar este congreso, que tanto éxito tiene y que ya está en su décima edición”. Ha añadido la relevancia de la temática tratada, haciendo mención a que “parece histórico, pero tiene una gran actualidad”. A su juicio, “hay que poner los temas académicos, el estudio de la historia, en manos de los científicos”.

El vicerrector ha destacado lo importante que es “no perder nunca la perspectiva histórica y la que tiene hoy en día, sobre todo con el tema de esta edición, que es la violencia como arma política, que si bien en España desapareció hace tiempo, sigue siendo actual y presente en muchos países”. En ese sentido, ha considerado que “desde España podemos enseñar mucho, como ya enseñamos en su momento lo que es Transición”, especificando que “hay otros países, especialmente en Latinoamérica, que nos vieron como un modelo para ellos hacer la suya propia”. Ha valorado, por último, que “la historia permite anticiparnos a problemas futuros”.

Rafael Quirosa-Cheyrouze ha puesto en valor la amplia trayectoria de esta iniciativa, “llevamos ya muchos años, casi 25, trabajando sobre la Transición y organizando congresos para contribuir al debate y a la difusión de ese conocimiento”, textualmente, en cada una de las ediciones “recorriendo distintos temas”. Este año se ha elegido la violencia como actor político: “Aunque la Transición llevó a buen puerto y trajo la democracia, no estuvo exenta de grandes problemas y grandes conflictos; no fue esa imagen que se traslada a veces de transición pacífica, sino que la violencia estuvo presente, una violencia diversa, múltiple, con muchos actores, y que, de alguna manera, fue clave para entender también cómo se llevó a cabo el proceso, un factor más para comprenderlo”.

Respecto a la calidad de los ponentes, “como siempre, se reúne a los mejores especialistas nacionales e internacionales, que han venido a este congreso a trasladar los resultados de su investigación”. Así, “en los distintos temas tratados vienen personas que llevan años trabajando sobre esos aspectos concretos de la violencia en el periodo de la Transición”. En cuanto al respaldo obtenido, “la respuesta de los asistentes se puede ver -en referencia al lleno de la sala-; hay estudiantes de grado y de postgrado e investigadores, con hasta 32 comunicantes de la UAL y de otras universidades, y luego público general, que esa es una de las razones por la que llevamos veinte años haciéndolo aquí, en la UNED, porque nos gusta que la sociedad almeriense pueda participar en esta actividad”.

Se ha referido a que “es un ejemplo de colaboración entre las dos universidades que están presentes en la ciudad, en lo que también ha incidido María del Carmen Pérez: “Es un verdadero placer poder un año más organizar y colaborar en la organización de este evento, que establece esos lazos de interacción entre diferentes instituciones, hablando sobre este tema, sobre la historia de la Transición en España”. Ha destacado que participan “alumnos tanto de la UAL como de la UNED”, haciendo un agradecimiento a la Diputación porque gracias a ella “la UNED también es visible a través de estas actividades para el resto de la provincia, que es también nuestro objetivo, dar a la población almeriense estas actividades externas, a los ciclos, a las enseñanzas regladas, que le permita participar y conocer diferentes ámbitos de investigación, como es el caso de la historia”.

Sobre el apoyo de la Diputación ha puesto precisamente el acento María del Mar López, “en este caso en particular desde la UNED, que ha sido la sede de este congreso siempre, a excepción de su primera edición”. Ha remarcado que “por parte de la Diputación, siempre vamos a estar en disposición de ayudar, de colaborar, sobre todo viendo la gran cantidad de inscritos que hay, que la verdad es que es para dar la enhorabuena a toda la organización, en particular a Rafael Quirosa-Cheyrouze, y aquí estaremos a disposición siempre”. Sobre el contenido, ha manifestado su convicción de que va a ser del más alto nivel, “seguro que se desarrollará de una manera extraordinaria”, pronosticando que “sacarán unas conclusiones muy interesantes”.

José María Martín, por su parte, se ha alineado a la “satisfacción por participar en este décimo congreso por la trayectoria que ha atesorado y la intensidad con la que se ha vivido en los años anteriores”. Al respecto de la temática abordada en esta ocasión, “el ámbito de la violencia y el papel que tuvo en esa época”, ha reflexionado sobre “la importancia que tiene echar la vista atrás y aprender del pasado para que, evidentemente, se produzca la ‘no repetición’ de esos errores que se hayan podido cometer, o de esas circunstancias que no debemos o no queremos volver a vivir”. Ha definido como “un honor” estar en la inauguración en nombre de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática: “Tiene un papel muy importante de colaboración, viene desarrollándolo año tras año, y aquí vamos a estar impulsando iniciativas tan potentes, y tan importantes, y con la difusión que tienen estas jornadas”.

Sobre los ponentes, el catedrático López Martínez, que también es investigador del Instituto de la Paz y los Conflictos de la UGR, es uno de los máximos expertos nacionales en Historia de la Paz y de la no-violencia. Exconsultor internacional de las Naciones Unidas, ha sido asesor en Colombia de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación. Su ponencia se ha constituido como una reflexión sobre la violencia política. En cuanto a la catedrática Ortega López, especialista en la dictadura franquista y la Transición, se ha ocupado también de los discursos antifeministas generados por la Iglesia y la derecha antiliberal española, abordando más recientemente el análisis del mundo rural desde una perspectiva de género. El punto de partida de su ponencia ha sido justo el vacío historiográfico sobre las cuestiones de género en el ámbito de los estudios sobre la Transición, algo inconcebible considerando que los movimientos feministas fueron decisivos en la configuración de la cultura democrática.

Sophie Baby, especialista de la Transición española y del franquismo, reflexiona desde hace ya muchos años sobre la violencia y sus memorias en las sociedades occidentales contemporáneas, destacando su libro ‘El mito de la transición pacífica’, publicado por Akal en 2018. En su conferencia ha tratado de interpretar la violencia desatada durante la Transición desde una perspectiva global, situándola en la encrucijada entre un mundo a punto de desaparecer, el mundo global posterior a 1945, en el que la violencia parecía legitimarse, y otro a punto de nacer, el mundo del ‘fin de la Historia’, caracterizado por la hegemonía de la utopía democrática, en el que la violencia ya no se consideraba admisible.