Realizada otra edición más del curso ‘Diversidad funcional en el ámbito universitario’, solicitado desde Formación del Profesorado e impartido por Pilar Sánchez, en un contexto de “incremento de matriculaciones”.
“Estamos normalizando y naturalizando la diversidad en las aulas”. Es el más conciso resumen de lo que yace de fondo en la jornada formativa para docentes desarrollada este viernes en la Universidad de Almería. Lo ha pronunciado Pilar Sánchez, ponente del taller y directora de la Unidad de Atención a la Diversidad Funcional, minutos antes de iniciar algo que ya viene siendo habitual: “Desde hace varios años se ha venido detectando la necesidad de que el profesorado tenga formación en atención a la diversidad, porque cada vez hay más estudiantes con esta circunstancia, porque hay un desarrollo normativa que nos va guiando y, después, por el esfuerzo del equipo de gobierno de la UAL en sensibilizar para que la igualdad de oportunidades sea un hecho”. Solicitado desde el Vicerrectorado de Ordenación Académica, y más en concreto por Formación del Profesorado, el curso ‘Diversidad funcional en el ámbito universitario’ se ha consolidado por las transformaciones derivadas del Espacio Europeo de Educación Superior.
Una edición más, ha registrado una alta inscripción hasta llenar el Aula 4 del Aulario IV, siendo muy diversa la procedencia de titulaciones de los docentes. Impartido por Sánchez, “para que las intenciones no se queden solo en el papel”, se ha partido “desde cero, reflexionar acerca de lo que es la diversidad funcional, la normativa que se aplica y, de una manera sencilla y breve, por la duración, darle al profesor herramientas para que sepa adaptar su docencia a las circunstancias de un alumno que tenga en particular”. Respecto a esto último, se toma como un primer paso, ya que “son herramientas básicas porque luego hay todo un programa de actuación por parte de la Unidad, con reuniones con el profesorado en las que se concretan las medidas específicas para un alumno concreto”.
La primera parte de este curso se aborda de manera más teórica. En relación a la segunda parte de este curso, “sí que se abunda en casos prácticos para que el docente adquiera ese inicio de acercamiento al proceso de realización de adaptaciones curriculares”.
Sánchez asegura que: “Estamos cuantitativamente equiparados o incluso por encima de otras universidades de nuestro mismo tamaño, en torno a un 2% de los alumnos matriculados, lo que no significa que tengamos muchos estudiantes con discapacidad, son números escasos en todas las universidades”. Existe, eso sí, un dato llamativo: “Cualitativamente tenemos una especialización, por así decirlo, en personas con discapacidad auditiva, ya que somos la universidad andaluza con más personas sordas y más intérpretes contratados”. O sea, “en la línea de todas las universidades, pero además teniendo retos importantes con algunas poblaciones específicas”.
Pilar Sánchez ha recordado que “la Unidad tiene varias líneas; la prioritaria es la atención a la comunidad universitaria con discapacidad y necesidades especiales, ya sea en el PAS, el PDI o en los estudiantes, sobre todo estos últimos por cuestión numérica, pero además se trabaja en sensibilización respecto al resto de la comunidad y también en el establecimiento de las normativas, por ejemplo”. Y es que la UAL está interconectada con la red nacional, participa en grupos de trabajo de la ANECA y colabora en “de alguna manera, poder dar el salto para que la universidad española en su conjunto sea una universidad más inclusiva y tenga una atención a la diversidad que es la que nos exige el Espacio Europeo de Educación Superior”.