Estos vehículos aéreos no tripulados son los protagonistas del curso ‘Aplicaciones civiles de los drones’ que organiza la Universidad de Almería en su sede de Roquetas de Mar. Son capaces de detectar, gracias a los sensores, cualquier tipo de anomalía en las plantas.
Los drones están recién llegados al sector de la agricultura. En nuestro país se utilizan desde hace sólo unos ocho años. Su diseño con cámaras, GPS y sensores de todo tipo, fue inicialmente desarrollado para uso militar pero con la bajada de su precio han empezado a ser un referente en la agricultura de precisión. El ingeniero agrónomo, Alfonso García-Ferrer Porras, profesor en la Universidad de Córdoba ha pronunciado este martes 5 de julio una conferencia sobre sensores dentro del curso ‘Aplicaciones civiles de los drones’ que organiza la Universidad de Almería en su sede de Roquetas de Mar. Ha desvelado que comprar un dron es 60 veces más barato que un helicóptero y los costos operativos son muchísimos más bajos. En la Universidad de Córdoba trabajan desde 2012 con drones. Les montan cámaras a veces visibles y otras no, con diferentes aplicaciones.
García-Ferrer Porras ha manifestado que “gracias a los drones tenemos una nueva visión del campo, una imagen que se eleva sobre el terreno unos 120 metros de altura”. Toda una revolución para la agricultura que supone que “cuando una planta se pone enferma o tiene algún tipo de estrés se detecta antes gracias a los sensores infrarrojos. Una situación que posibilita que se tomen medidas agronómicas para cuidar o mantener la planta”.
El investigador, García-Ferrer Porras, está especializado en aplicaciones de sensores remotos y cercanos en agricultura de precisión y es experto en aplicaciones geomáticas en el manejo de recursos naturales “nos enfrentamos por primera vez a una nueva revolución porque la resolución es mucho mayor de la que pueden aportar satélites y puedes volar el día que quieras porque vuelas por debajo de las nubes”.
La agricultura de precisión favorece que se controle el sector de forma más precisa, “se trata de un cambio de estrategia para obtener mejores rendimientos, productos de máxima calidad, y que trae consigo ventajas económicas y medioambientales”.
En el bloque de tarde, el curso abordará las ‘Aplicaciones de los drones en agricultura de precisión’, con Manuel Pérez Ruiz, de la Universidad de Sevilla y cofundador de soluciones agrícolas de precisión; y los ‘Mapas de tratamiento y maquinaria en agricultura de precisión’ con Juan Agüera Vega, de la Universidad de Córdoba.
Agüera Vega ha dirigido y participado en 24 proyectos de investigación nacional e internacional. En 2000-2001 realizó una estancia como investigador invitado en la Universidad de California, Davis para participar en el proyecto “Precision Farming” y es socio fundador de la empresa de base tecnológica «Soluciones Agrícolas de Precisión» (2007) la cual ha recibido varios premios desde su creación “desde 1998 trabajamos en agricultura de precisión, basada en las nuevas tecnologías, los drones nos proporcionan las imágenes aéreas que son un importante elemento de decisión a la hora de gestionar los cultivos, pero la forma de llevar a cabo esa gestión es con maquinaria adecuada. Un agricultor puede disponer de mucha información gracias a los drones pero luego hay que saber gestionarla. Y ahí interviene la maquinaria agrícola, para materializar lo que se puede hacer con la información que generan los drones”.
La tendencia es la agricultura 3.0 basada en el big data, “lo que supone un volumen de datos e información que podrá predecir con antelación suficiente qué es lo que va a ocurrir con mi cultivo, si voy a tener una plaga, una enfermedad…y poder tomar las medidas pertinentes antes de que se manifieste el problema”.
La última jornada del curso, llegará mañana 6 de julio.