El realizador malagueño de las exitosas ‘Te estoy amando locamente’ y ‘Maricón perdido’ explica en el seminario ‘Del corto al largo’ sus procesos creativos y su apuesta del ‘cine como revolución’: “Fue la propia gente la que abrazó la película y la hizo suya, y ese conflicto madre e hijo se ha entendido hasta en otros países en los que se ha proyectado”

Finaliza habiendo repasado minuciosamente proyectos audiovisuales de éxito y con marcado sesgo personal el Curso de Verano ‘Del corto al largometraje. Nuevas miradas del cine andaluz’. Ese gentilicio ha sido la única delimitación que se ha producido, referido al origen de sus ponentes, jóvenes brillantes nacidos en Andalucía y que han apostado por reivindicar su tierra. Lo demás ha consistido en una amplitud única de matices y una superposición de visiones diversas, todas coincidentes sobre todo en el talento. Jota Linares, de Cádiz, Rocío Mesa, de Granada, Nuria Vargas, de Almería, y Alejandro Marín, de Málaga, han hecho realidad una experiencia formativa muy enriquecedora, basada en sus propias experiencias y desarrollada desde la cercanía. Ha completado el seminario su propio director, Juan Francisco Viruega, a la par ponente de la última jornada.

Entre los proyectos analizados por sus propios creadores ha estado ‘Te estoy amando locamente’, un largometraje que ha roto todas las expectativas y se ha convertido en un símbolo. Alejandro Marín ha sido nominado al Goya a la mejor dirección novel y ha ganado el Carmen del cine andaluz en la misma categoría por esta película, producida por Escándalo Films, Escac Estudio, Zeta Studios y La Pepa Films. El malagueño es graduado en Dirección Cinematográfica por la ESCAC, y ha acumulado ya una sucesión de logros de crítica y taquilla o audiencia, al sumar a ‘Te estoy amando locamente’ la serie de televisión ‘Maricón perdido’, de 2021, con la que recibió una gran acogida. Muy recientemente, este año 2025, estrena como director ‘La canción’, miniserie de Movistar+ creada por Fran Araújo y Pepe Coira, que aborda la victoria de España en el festival de Eurovisión de 1968.

Alejandro Marín se ha confesado “feliz de poder aportar un poco” a este curso de verano, “sobre todo porque yo tuve que irme de Andalucía para estudiar cine, así que todo lo que haya de formación en mi tierra, y encima de manera pública, me parece lo más y muy necesario”. Ha ido a más al añadir que “ya me hubiera encantado que existiera algo así cuando estudiaba en la universidad”.  Eso sí, ha acudido mostrando su humildad: “Es un poco de ‘síndrome del impostor’ a la hora de dar una clase, pero al final hablo de mi proceso creativo, de cómo yo enfrento los proyectos en los que trabajo”. De hecho, ha sido una extraordinaria oportunidad para el alumnado el poder conocer de primera mano cómo se han gestado dos proyectos de máximo éxito, como son el largometraje ‘Te estoy amando locamente’, director y coguionista, y la serie ‘Maricón perdido’, director de sus seis capítulos.

El creador ha detallado que “en el primer caso, al ser uno de los coguionistas de la película, cuento el proceso desde el germen, el nacimiento de la idea, cómo la fuimos elaborando y también, al ser una película histórica, cómo abordamos el hecho apoyados en la documentación hasta el resultado final”. En cuanto a la serie, “fue diferente, porque fue un guion que me dieron escrito y que yo tenía que dirigir, un guion que no es personal, un encargo, aunque había cosas en común, como que es de época también y con una similar dirección de actores”. En ese sentido, ha compartido en sus ponencias “cómo se ensaya la escena y cómo queda después, y así ver las mejoras”. En todo caso, “la verdad es que no nos esperábamos este éxito” de ambas producciones, ha reconocido, “pero obviamente siempre proyectas eso de ‘ojalá que todo este trabajo tenga luego sentido’”.

Lo que más ha emocionado de ese éxito a Alejandro Marín, refiriéndose al largometraje, es que “fue la propia gente la que abrazó la película y la hizo suya, y la que se llevó a su abuela y a sus padres a verla al cine, y así se generó ese revuelo”, consiguiendo de este modo “una acogida tan grande que ha sido algo muy bonito”. El cineasta ha valorado especialmente que “fue nada impostado, era súper imprevisible”. Ha enfatizado al respecto: “Con eso es con lo que me quedo, con lo bonito de que haya llegado, porque ese era el cometido que queríamos conseguir, llevar la historia del colectivo en Andalucía más allá del colectivo, o sea, que realmente las personas de todas las edades la conocieran”. Luego están “las personas que siguen pensando de manera tan reaccionaria, que no me interesan demasiado”, ha manifestado, para advertir de que “hay que combatirlo precisamente con la cultura y con el arte, y aquí estamos, intentándolo”.

Siendo una historia extrapolable a cualquier otra región, Marín eligió el acento andaluz, que ha sido el abordado en el curso: “Para mí era importante, y para Carmen Garrido, malagueña como yo, la otra guionista, porque estamos cansados de que todo esté como centralizado en Madrid o en Barcelona, y que el inicio del Orgullo en Andalucía precisamente fuera gestado en la Iglesia, era muy paradójico y bonito, lo que nos interesó más”. A eso sumaron “el respeto de hablar de una época que no habíamos vivido”, así que “por lo menos, que si fuera de nuestra tierra, y eso hicimos”, ha dicho textualmente. El calado de la temática ha hecho el resto en cuando a su proyección: “Estamos felices porque, al final, cuanto más local, más universal también, o sea que hemos hecho la peli muy local, pero hablamos de un conflicto madre e hijo que ha entendido hasta gente de otros países en los que se ha proyectado”.

La documentación ha sido fundamental: “Era la única herramienta que teníamos, con este respeto que nos daba hablar de una época que no habíamos vivido; debíamos tener mucho rigor histórico, mucha documentación, hablar con muchas personas que vivieron la época, con los activistas y con todo tipo de personas que nos pudieran ayudar a hacer esa radiografía de ese momento”. La sesión de tarde del jueves ha sido la que ha ocupado íntegramente abordando ‘la irrupción de la diversidad en el cine contemporáneo’ y ‘el cine como revolución’, título de la primera ponencia, además de ‘el proceso de documentación para la ambientación histórica’, con un particular ‘análisis de ‘Te estoy amando locamente’’.

Previamente, por la mañana de ese mismo día, la ejidense Nuria Vargas ha dividido su participación en cuatro bloques: uno ‘el documental en Andalucía, la idea, el proceso de búsqueda y documentación’, otro ‘los modos de representación del cine documental, el dispositivo narrativo, estructura y recursos’, un tercero sobre ‘la financiación, la distribución y el mercado del cine documental y los festivales de cine’, para concluir con el ‘análisis de su primer largometraje, ‘Contraverso’’. Formada como Técnico Superior de Realización de Audiovisuales y Espectáculos, en 2011 funda en Almería la productora de cine independiente ‘Egoa Films’. Entre los éxitos de su primera película está el premio Carmen a la mejor dirección novel otorgado por la Academia de Cine de Andalucía en 2023, además de la nominación a mejor largometraje documental. Acaba de dirigir otro largometraje documental titulado ‘Fanny Medina, la doctora’, sobre la vida de la primera doctora profesional en Andalucía.

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