Los terroristas comparten perfiles y signos de radicalización y las fuerzas de seguridad mejoran sus técnicas para luchar contra ellos

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La mesa redonda ‘Perfiles yihadistas: signos de radicalización’ ha analizado este martes la aplicación de la psicología y los análisis de conducta para detectar a los terroristas.

Los terroristas, quienes cometen algún atentado, tienen un perfil muy parecido, ya que comparten unas características comunes, unos signos de radicalización, pero sobre todo unas motivaciones. De esto se ha hablado este martes, 11 de julio, en el Curso de Verano de la UAL ‘Desafíos del terrorismo islámico’. “Principalmente estos signos son de carácter ideológico, por un agravio político o religioso; identitaria por una crisis de identidad, principalmente desarraigo y buscar un sentido a su vida; falta de integración, desestructuración familiar, agravios personales, mejora de la situación económica; motivaciones emocionales como el sentimiento de identidad colectiva, testimonio de odio hacia Occidente, cristianos, judíos y aquellos musulmanes que no siguen los pronunciamientos de Daesh; sentimiento de camaradería; el apoyo a la instauración del califato, la exteriorización de la violencia, para impresionar a familiares y amigos o simplemente lo hacen para luchar y morir por una buena causa”, afirma Pedro Alonso García, capitán jefe Grupo de Información de Almería (Guardia Civil).

El capitán ha participado en la mesa redonda titulada ‘Perfiles yihadistas: signos de radicalización’ junto a Santiago Alonso Pradillo, comandante GC Jefe Unidad Central de Información y Manuel Ruiz Jiménez, comandante de la Jefatura Policía Judicial e Información.

Se ha hablado de cómo los cambios de conducta hacen sospechar, por ejemplo, hay personas que están occidentalizadas y de pronto pasan a hacer cinco rezos diarios, a frecuentar la mezquita más de lo habitual, a apartarse del entorno familiar, a ser introvertidos, llevar una vida estricta en cuanto a alimentación o dejar de consumir bebidas alcohólicas o drogas y no frecuentan mucho la calle. “Pero hay que tener en cuenta las indicaciones que les da Daesh sobre cómo comportarse externamente para pasar desapercibidos ante las Fuerzas de Seguridad y que no notemos que es un musulmán radical y es difícil detectarlo. Cuando tenemos un objetivo que consideramos que es un sujeto de interés se trabaja con fuentes o se hace un estudio del perfil hasta que detectemos que es un radical violento, que es un supuesto foreign fighter o que tiene la intención de trasladarse a la zona de conflicto o que sea un retornado (especialista en materia de terrorismo) o un lobo solitario que se forma aquí en Europa con la finalidad de atentar”, ha manifestado el capitán jefe Grupo de Información de Almería.

En el debate se han tratado temas importantes como los análisis de la conducta y la aplicación de la psicología criminalista, “que pone los conocimientos de la psicología en manos de de los investigadores criminales y de ese análisis de la conducta sale un perfil: una serie de signos, de características comunes que tienen todos los autores de atentados y detenidos policiales. Los signos de radicalización se sacan de esa técnica de perfilación”, según ha resaltado Manuel Ruiz.

La radicalización se detecta con un trabajo preciso “a través de unos indicadores tempranos, que difieren en cada individuo, se suelen notar cambios bruscos en la persona, bien en comportamientos, en el lenguaje, factores psicológicos y factores grupales”, tal y como ha destacado Pedro Alonso, quien asimismo ha hablado de los perfiles del radicalizado”. Alonso ha aclarado además que “no todo radical es un yihadista pero sí todos los yihadistas son musulmanes”.

Por su parte, Santiago Alonso Pradillo ha tratado el tema del uso de las nuevas tecnologías e Internet y de cómo “los terroristas las usan para cometer sus fines, por ejemplo para reclutar miembros y para obtener información para cometer sus acciones. Las utilizan bastante sobre todo por el anonimato y bajo coste y la facilidad de conectitividad con cualquier parte del planeta”. También este ponente ha tratado el tema del ciber terrorismo “y los ciber ataques a infraestructuras críticas y cómo debemos estar preparados ante ello”.

Asimismo se ha hablado de que la radicalidad no es un proceso, “es una condición, y existen unos procesos de radicalización que van desde la captación, reclutamiento, adiestramiento, adoctrinamiento y refuerzo del ideario extremo”. Y acerca de si se puede evitar esa radicalización, Alonso ha expuesto que “debe haber mecanismos integrales que le corresponden a las administraciones”, pero además hay un Plan Estratégico del Ministerio del Interior para la lucha contra la violencia en este sentido en el que están involucrados diversos sectores de la sociedad y hay opciones para que la gente pueda alertar sobre posibles signos terroristas, como la aplicación móvil Alertcop.

El trabajo de quienes luchan contra el terrorismo islámico se basa en “detectar los identificadores tempranos, identificar, controlar, seguir y en todo caso neutralizar, porque los hechos pueden revestir los caracteres del tipo de panal y nuestra misión es ponerlo a disposición de la autoridad judicial, que en este caso es la Audiencia Nacional”, ha explicado Pedro Alonso. Las autoridades están trabajando en detectar la radicalización “y en Europa los estados miembros trabajan en los aspectos preventivos y hay una resolución de la ONU y se ha hecho un esfuerzo porque ese desarrollo normativo se lleve a efecto y de ahí en España las reformas del código penal y la Ley de enjuiciamiento criminal”.