Robótica para ayudar a caminar o utilizar el ordenador

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Investigadores españoles trabajan en nuevos proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades neurológicas, así se deprende del curso de verano ‘Nuevas Tecnologías y Realidad Virtual aplicadas a la Psicología y a la Neurorehabilitación’.

La robótica aplicada a la neurorehabilitación supone la alianza de la mecánica y la electrónica para crear dispositivos que apoyen a personas con trastornos neuromotores como el ictus o la parálisis cerebral. El profesor Rafael Raya, de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, ha hablado en el curso ‘Nuevas Tecnologías y Realidad Virtual aplicadas a la Psicología y a la Neurorehabilitación’ de cómo se aplican estas nuevas tecnologías en la neurorehabilitación “mejoran alguna función perdida o debilitada, es decir, ayudan a la persona a hacer alguna actividad de la vida diaria, como caminar por ejemplo. En la función de marcha existen sistemas robóticos como el Lokomat, un exoesqueleto de miembro interior para rehabilitar la marcha en paciente con una discapacidad neuromotora”.

Rafael Raya, que fue Premio Nacional a la Mejor Tesis Doctoral en Robótica en 2011, está especializado en tecnologías de apoyo para niños con parálisis cerebral. La parálisis cerebral define un conjunto de trastornos principalmente del movimiento y la postura debida a una lesión en el cerebro inmaduro, es decir en los primeros años de vida. Las intervenciones terapéuticas en estas edades son fundamentales para que el niño pueda desarrollar al máximo sus capacidades y tenga su efecto en la vida adulta.

El investigador cordobés destaca por la creación de tecnologías de apoyo en áreas fundamentales para el desarrollo humano como la movilidad, la manipulación, la comunicación y la cognición “en la actualidad trabajo en desarrollar interfaces alternativas para interactuar con el ordenador, especialmente destinado a personas que tienen limitaciones para controlar interfaces convencionales, como un ratón o un teclado. Utilizamos sensores de movimiento, actividad muscular o de seguimiento de la mirada para que la persona pueda controlar el ordenador por medios alternativos a las interfaces convencionales”.

Y es que el acceso al ordenador le abre al niño con parálisis cerebral muchas oportunidades para relacionarse con el mundo que le rodea, además de poder realizar ejercicios terapéuticos de una forma lúdica y atractiva “se busca poner la tecnología al servicio de la persona para desarrollar al máximo sus capacidades”.

En España la investigación en esta área ha avanzado mucho y ya existen grupos punteros. Hay una estrecha relación entre el mundo de la medicina y la ingeniería lo que facilita que se estén creando tecnologías útiles para el usuario final “creo que el gran reto de la robótica está en dar el salto desde el ámbito de la investigación a la vida diaria. Muchos dispositivos pueden funcionar en el laboratorio pero debe hacerse un esfuerzo para que lleguen al usuario final”.

Sobre el futuro más inmediato, el profesor Raya, asegura que “la tecnología está entrando poco a poco en la práctica clínica. Igual que ahora se usa un dispositivo para medir la tensión arterial, podemos esperar que se usen dispositivos para la rehabilitación postural o cognitiva por ejemplo. Por otro lado, se espera que aparezcan nuevos dispositivos que apoyen el diagnóstico mediante una medida objetiva, por ejemplo el grado de temblor que sufre una persona, o que valoren la efectividad de una determinada terapia o medicación”.

Sobre la necesidad de seguir apostando por I+D el profesor concluye “en el ámbito de la tecnología de apoyo la investigación debe mirar hacia el usuario final y responder  a sus necesidades. Pero no sólo la investigación. Especialmente en esta área, que es muy aplicada, también deben dedicarse esfuerzos en la transferencia de esa tecnología al mercado. En mi opinión, esta área debe combinar generación de conocimiento con el desarrollo de productos útiles para apoyar a la persona con discapacidad. Hay que evitar que una investigación de años se quede en un cajón y nadie se beneficie de ella”.

Esta tarde finaliza el curso ‘Nuevas Tecnologías y Realidad Virtual aplicadas a la Psicología y a la Neurorehabilitación’ con dos sesiones prácticas. En la primera se verá el software de la academia espacial aplicado en un proyecto de Bienestar Emocional a través de Realidad Virtual en el Hospital Torrecárdenas y otras aplicaciones derivadas (SIVAE-feci y ECOSISTEMA DE LA VIDA), por parte de Inmaculada Gómez Becerra, profesora de la UAL y  Juan Miguel Flujas Contreras, becario de investigación en la Fundación Biosanitaria de Andalucía Oriental, Alejandro Otero (FIBAO). La segunda estará dedicada a la aplicación de diferentes nuevas tecnologías en neurorehabilitación, aplicadas en el Centro de Neurorehabilitación INPAULA y en Neurodigital Technologies, y correrá a cargo de Rosa Cánovas, neuropsicóloga en el Instituto de Neurorehabilitación Infantil INPAULA y Francisco Nieto Escámez, profesor de la Universidad de Almería.