Investigadores de la UAL hacen “ciencia a pie de pista” y dan al vóley herramientas para optimizar el rendimiento

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Integrantes del ‘Sport Reseach Group’, docentes del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Almería, colaboran con el Club Voleibol Unicaja Costa de Almería para realizar un estudio con sus jugadores y publican el resultado en la prestigiosa revista internacional Sports Health: A Multidisciplinary Approach.

Un claro ejemplo más de transferencia del conocimiento generado en la UAL hasta la sociedad es un estudio recientemente publicado al más alto nivel internacional y que abre el camino a una literatura científica más prolija centrada en el voleibol. Hasta ahora, han sido escasas las investigaciones dedicadas a esta modalidad deportiva pese a que, por sus características de juego y el tipo de entrenamiento que necesita, precisa de un avance continuado para la mejora del rendimiento. Precisamente eso es lo que han conseguido darle seis investigadores del ‘Sport Research Group’, todos ellos también docentes del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Almería, en colaboración con el Club Voleibol Unicaja Costa de Almería.

En concreto, han realizado un análisis de las capacidades neuromusculares máximas de dos plantillas de la entidad ‘ahorradora’, tal y como se la conoce en el voleibol nacional: la profesional, dotada de deportistas de élite, y la junior, de jugadores en formación. Este trabajo lleva por título ‘Assessing the Maximal Mechanical Capacities Through the Load-Velocity Relationship in Elite Versus Junior Male Volleyball Players’, y se ha dado a conocer entre la comunidad científica internacional en un artículo publicado en la prestigiosa revista ‘Sports Health: A Multidisciplinary Approach’. Está firmado por Andrés Baena, David Díez, Antonio García de Alcaraz, Alberto Soriano, Alejandro Pérez y Manuel Rodríguez, y su contenido está disponible íntegramente en el siguiente enlace: https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/19417381231208706.

Ha consistido en “hacer ciencia a pie de pista”, teniendo además carácter de continuidad porque, sobre la sólida base ya construida durante la temporada pasada se está trabajando en la presente temporada, ajustando más la aplicación para lograr una optimización mayor en el rendimiento de los jugadores. En ese sentido, los investigadores han querido agradecer “la predisposición absoluta y la permanente colaboración que han mostrado los integrantes del cuerpo técnico, Manolo Berenguel antes y Charly Carreño ahora como respectivos primeros entrenadores, y Pablo Ruiz, segundo entrenador en ambas campañas”. Han explicado que “los resultados revelan que se puede estimar las capacidades neuromusculares máximas a través de las variables mecánicas derivadas de la relación carga-velocidad (L-V) en ejercicios de miembros superiores e inferiores, discriminando entre diferentes niveles de rendimiento”.

Han puesto muy en valor que “estas variables mecánicas obtenidas a través de este novedoso y sencillo método están vinculadas al rendimiento específico en voleibol”, detallando que “la motivación de este trabajo surge a partir de la necesidad de generar nuevos métodos de evaluación y optimización del rendimiento deportivo en general”, y más en esta modalidad. Así, “hasta la fecha se han publicado investigaciones en las que se analizaba la relación fuerza-velocidad para estimar las capacidades mecánicas máximas de los músculos para producir fuerza, velocidad y potencia”. Incluso el propio CTS-1024 ‘Sport Research Group’ “ha publicado varios trabajos analizando estas capacidades y las acciones más determinantes del rendimiento en vóley”. En concreto, el ejemplo que han dado es doble, por un lado en el enlace https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0249612, y por otro lado en https://journals.humankinetics.com/view/journals/ijspp/18/7/article-p734.xml, “en colaboración con Unicaja Costa de Almería”.

Sobre la discriminación entre diferentes niveles de rendimiento, el estudio demuestra que “los atletas de mayor nivel de rendimiento competitivo, jugadores de élite, mostraron una relación L-V más robusta y un mejor rendimiento en las acciones específicas de este deporte en comparación con los de menor nivel”. Además, “se encontró que estas variables L-V se correlacionan significativamente con la altura de los saltos y la velocidad de los remates en los jugadores de mayor nivel”. Esto lo que sugiere es que “la evaluación de la relación L-V puede ser una herramienta práctica para medir las capacidades mecánicas máximas en jugadores de voleibol, siendo útil para diseñar programas de entrenamiento más efectivos”. La toma de mediciones se efectuó en el laboratorio del grupo, situada en el Pabellón de la Universidad de Almería, y sobre la pista del Pabellón Moisés Ruiz, en varios casos con utilización de balón en plena acción de juego.

En todo caso, han querido dejar claro que “es importante destacar que estos datos no deben aplicarse de manera intercambiable entre diferentes niveles de rendimiento o en diferentes ejercicios”, y que este hallazgo “puede ser valioso para los entrenadores de fuerza y preparadores físicos, permitiéndoles diseñar programas específicos que desarrollen las capacidades físicas necesarias para que los jugadores optimicen su rendimiento”. Por lo tanto, “este estudio pone de manifiesto cómo se puede estimar las capacidades neuromusculares máximas con una herramienta práctica y factible: a través de la relación carga-velocidad (L-V)”. Dicha relación “puede ser evaluada fácilmente en diferentes ejercicios a través de un encoders o transductor lineal de posición, algo cada vez más accesible a cualquier entrenador o preparador físico”. Estas capacidades mecánicas derivadas “tienen relación con el rendimiento específico y el nivel competitivo de los jugadores, y por tanto sería de gran utilidad para monitorizar el rendimiento, identificación de talentos en jóvenes jugadores y optimizar los programas de entrenamiento”.

Desde este grupo de investigadores se ha precisado que “la fiabilidad, es decir, la ‘reproducibilidad’ de los resultados cuando se repite la medición, y la validez, es decir, la capacidad para medir lo que se pretende medir con exactitud y precisión’, dentro de los parámetros derivados de la relación fuerza-velocidad, se ha cuestionado ampliamente dentro de las Ciencias del Deporte, por las dificultades que entrañan a nivel práctico, a pie de pista”. Así, hablan de su “intento de hacer ciencia accesible para el entrenador” y, como solución a esta problemática, “se ha propuesto la determinación de las capacidades neuromusculares máximas a través de la relación carga-velocidad en lugar de la relación fuerza-velocidad, método validado recientemente en la literatura por uno de los miembros de nuestro grupo y referente internacional en esta temática, el doctor Alejandro Pérez”.