La UAL asesora a los investigadores en proyectos Horizonte 2020

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La jornada informativa ‘Future and Emerging Technologies’ ha explicado las claves en la elaboración de proyectos para que resulten seleccionados y consigan la financiación europea que los haga realidad.

La UAL ha sido el epicentro andaluz para los interesados en una de las líneas integradas en el Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europa (2014-2020), el conocido como Horizonte 2020. En concreto, Almería ha dado el protagonismo a las nuevas tecnologías emergentes, ‘Future and Emerging Technologies (FET)’, en el reparto de temas y campos del conocimiento que se realiza en el contexto de universidades de la comunidad autónoma. Fernando Diánez, director de la OTRI, ha sido conciso con el objetivo final que se ha perseguido: “Dinamizar la participación en el H2020”.

Esto se consigue a través de una puesta sobre la mesa de las líneas básicas a seguir: “Se intenta exponer las claves para tener éxito cuando se piden los proyectos, porque son muy competitivos y salen con unas indicaciones muy concretas, cuidando incluso muy mucho el vocabulario que se emplea para hablar de lo que se pide en la convocatoria”. Diánez ha abundado con que “hay trucos, y por eso se trabaja a través de un Punto Nacional de Contacto (NCP), en este caso con Nicolás Ojeda, que está en relación con Bruselas y con la redacción de propuestas, y también con un evaluador, Manuel Díaz, que conoce todos los pasos del proceso, y por último con un caso de éxito, el Proyecto ICARUS dirigido por Gloria Rodríguez, que ha contado su experiencia”.

Cabe tener presente que “al final es una convocatoria donde la tasa de éxito es del 14%, de ahí lo de la competitividad, y por ello también esta jornada informativa existe la posibilidad de reunirse con el Punto de Contacto Nacional para que los investigadores que están redactando su proyecto tengan un intercambio de información con él”. En ese sentido, se han concertado cinco citas por parte de la Agencia Andaluza del Conocimiento, organizadora junto con la Universidad de Almería, una de un proyecto de la UAL y las demás de otras universidades. Su representante, Antonio Palanco, ha detallado el reparto: “Antes de verano se contacta con los coordinadores de proyectos europeos de las universidades pidiéndoles sus intereses en cuanto a temáticas para el curso siguiente, y con eso y con la opinión de los NCP se hace una distribución de temáticas”.

Palanco ha resumido la jornada como “un punto de partida de una carrera de fondo, porque tras estar aquí llega el trabajo de los investigadores, a los que se pretende formar e informar sobre los proyectos abiertos en este 2018 y alguna pincelada de los de 2019”. Una aportación importante ha sido la de Manuel Díaz como evaluador de proyectos, que se ha centrado precisamente en “contar el proceso de evaluación, y visto desde dentro, qué cosas se pueden tener en cuenta a la hora de elaborarlo para que la propuesta tenga éxito, ya que es muy complicado”. Ha dejado claro que “hay muchas ideas buenas que no se cuentan bien”, sabiendo que “evalúan expertos pero no todo el mundo es experto en todo, así que hay que contarlo para que lo entienda bien”. El enfoque de temas Europa lo ha encaminado hacia “los retos de la sociedad, que la investigación no sea por pura investigación, que también hay que hacerla, sino también investigación dirigida a los retos de la sociedad, como son el envejecimiento de la población o temas energéticos”.

Para Díaz “la parte más difícil es cuando hay que desarrollar el proyecto una vez concedido”, lo que ha trasladado Gloria Rodríguez, del ICCRAM de la Universidad de Burgos, como un caso de éxito: “Estamos especializado en materias primas críticas y materiales avanzados, y que se nos concediera el proyecto no es más que el esfuerzo en equipo; conseguir un FET es muy difícil, y lo que estamos haciendo a través de él es trabajar en un modelo termodinámico para la síntesis de unas aleaciones nanocristalinas que ese pretende que sean muy resistentes para ambientes extremos, con aplicaciones en el sector aeroespacial y aeronáutico”. Su explicación ha girado en torno a “cómo se le dio respuesta a los criterios de evaluación para que fuese aceptado”.